"No estoy asustado, lo peor ha pasado; se crea mucha alarma"

R.C.G.
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Fernando Pérez, el varón de 52 años ingresado en el Santiago Apóstol por coronavirus, asegura que su estado de salud ha mejorado. Se analizaba anoche un posible segundo caso en Miranda

En el hospital comarcal se mantiene la calma a pesar de tener uno de los pocos casos confirmados en Castilla y León. - Foto: R.C.G.

A Fernando Pérez en el ambulatorio de Haro le habían recetado paracetamol pero los vómitos y la fiebre no remitían. Por eso la noche del domingo decidió ir a Urgencias del Santiago Apóstol. En el hospital mirandés le confirmaron que estaba infectado de coronavirus y desde entonces permanece aislado en una habitación, aunque su evolución es favorable. "No estoy asustado; al contrario, porque lo peor ya ha pasado. Llevo un par de días en los que los síntomas se han reducido", asegura. 

Al escuchar el diagnóstico le dio un vuelco al corazón porque "con todo lo que había escuchado en la televisión es imposible no asustarse un poco". Sin embargo los servicios médicos rápidamente le tranquilizaron. "Se está creando demasiada alarma injustificada", afirma en alusión a la repercusión mediática de la epidemia. No esconde que antes de sufrirla en primera persona, al igual que la mayoría de la población, también estaba preocupado por la propagación de la misma, pero desde la cama del hospital quiere mandar un mensaje tranquilizador para frenar la psicosis generalizada. "Se pasa mal, pero no mucho peor que con una gripe fuerte. Salvo en personas mayores o previamente enfermas, no es tan grave como nos lo pintan", remarca. 

En la habitación le acompaña su mujer, que ha dado negativo en las pruebas que le han realizado y que no quiere separarse de su lado. Eso sí, el personal del hospital ya le ha advertido que si sale no podrá volver entrar ya que las visitas están totalmente restringidas. Es parte del protocolo de actuación para evitar contagios. Solo puede entrar el personal sanitario debidamente protegido. "Viene a verme el médico un par de veces y a traerme la comida, nada más", explica. 

Una de las incógnitas que Sanidad necesita resolver de forma prioritaria es el origen del contagio. Fernando no encuentra ninguna explicación porque "yo no he viajado a ningún sitio, ni siquiera me he movido casi de Haro en las últimas semanas. Lo único que de vez en cuando voy a locutorios a imprimir cosas y quizá alguien que estaba de paso haya traído el virus y yo me he contagiado. No se me ocurre otra cosa", asegura este vecino de Haro, al que aún le cuesta asimilar que es el octavo caso registrado en Castilla y León. 

Para las autoridades sanitarias saber cómo contrajo la enfermedad es fundamental para prevenir más contagios por lo que se han iniciado ya las encuestas y vigilancia epidemiológica tanto a los contactos como al entorno más estrecho del paciente. "Entiendo que se tomen medidas pero también creo que se asusta demasiado a la gente sin necesidad, sobre todo a mi familia", remarca. 

Su principal preocupación ahora es saber cuándo podrá regresar a casa. En principio tiene que estar catorce días en observación y dar negativo en dos controles, pero si los síntomas remiten confía en poder acabar la cuarentena recluido en su vivienda. Sin embargo las informaciones que le llegan son confusas porque "los médicos que me atienden me dicen que la decisión depende de Sanidad pero cuando llamo al teléfono que me han dado para preguntar me dicen que son los médicos los que tienen la última palabra. Aquí nadie me dice nada concreto y eso lo llevo muy mal", asegura Fernando, quien padece de crisis de ansiedad y claustrofobia, por lo que no esconde que la cuarentena le está generando "una angustia mayor que los problemas derivados del coronavirus". 

Tampoco sabe si le trasladarán a Logroño o Burgos, pero no hay orden de Sanidad de ello.