La estación de buses recupera rutas pero no tanto viajeros

H.J.
-

Operan la mayor parte de las rutas provinciales y todas las metropolitanas, mientras los enlaces típicamente veraniegos como los de Laredo, San Vicente de la Barquera o Benidorm este año no funcionan

Estos días la estación debería estar a rebosar pero únicamente funciona a medio gas - Foto: Patricia

Este viernes pasado, el primero del mes de agosto, la estación de autobuses de Burgos debería haber sido un hervidero de gente. Se habrían mezclado los procedentes de los pueblos que se acercan a comprar a la capital antes de que llegue el fin de semana con los que vienen procedentes de otras ciudades a hacer turismo y con los que escapan de vacaciones. Pero este año no toca así.

La pandemia del coronavirus, que en todos lados genera situaciones extrañas está afectando también al movimiento de viajeros por carretera y así se está reflejando en la terminal de la calle Miranda. Y eso que el 75% de las líneas teóricamente está en funcionamiento, ya recuperadas después del parón casi absoluto de la segunda mitad de marzo, abril y mayo. El dato es mucho mejor que el del 60% de los enlaces por tres que se han quedado por el camino, según publicaba este periódico hace unos días.

Un análisis elaborado por el servicio municipal de la estación de autobuses destaca el alto grado de mantenimiento de las líneas provinciales (solo siguen suspendidas 5 de las 34 totales). Las ocho líneas metropolitanas están funcionando, igual que casi todas las internacionales (solo falla la de Marruecos, anulada desde marzo). Peor panorama presentan las interprovinciales, pues de 86 están todavía 28 sin servicio.

El balance aportado por el concejal de Movilidad, Josué Temiño, refleja que de las 19 frecuencias diarias que había a Madrid se han quedado en 11, las de Santander han pasado de 8 a 5, las de Logroño-Zaragoza de 9 a 4 o las de Bilbao de 11 a 6. También han sufrido recortes las rutas a Algeciras-Málaga, Santiago de Compostela, o Barcelona.

Y directamente no funcionan los servicios a Benidorm, a San Vicente de la Barquera o a Laredo, además de la mencionada de Marruecos puesto que el reino alauita mantiene cerrada su frontera con España.

Con todo ello, los responsables de la estación estiman una reducción diaria de entre 40 y 50 servicios diarios de salida y otros tantos de entrada, teniendo en cuenta además que los autobuses llamados "de refuerzo", que deberían estar funcionando con intensidad estas semanas vacacionales y que aportarían en condiciones normales entre 25 y 30 viajes diarios, "son prácticamente inexistentes".

El ambiente en la mayoría de las taquillas de la estación es de cierta resignación. Los trabajadores de las empresas, muchos de los cuales pasaron por un ERTE durante los meses más duros del confinamiento, explican que pese a ese 75% de los servicios el número real de viajeros ronda el 50%.

A falta de cifras oficiales esa es la estimación más habitual y la que trasladan por ejemplo en Alsa o en Autobuses Abel, el que hace la línea de Palencia, mientras que desde Guerrero Bus expresan un mayor optimismo porque su ruta, la que comunica con Osorno a través de varios pueblos del oeste provincial, va "ocupada aproximadamente en sus tres cuartas partes".

Asustan los rebrotes. Desde Alsa, además, aportan otro dato interesante cuya evolución marcará el devenir de las próximas semanas. "Al principio del verano vimos más movimiento, la gente tenía ganas de moverse pero ahora notamos que los rebrotes están asustando y tenemos menos viajeros pese a que en teoría estas son las semanas del año con más demanda", explica uno de sus responsables de tráfico en la estación de autobuses capitalina.

Una de la rutas que realiza esta empresa es la de Aranda de Duero. Pese a haberse decretado el confinamiento las frecuencias no han variado, y Alsa recuerda que la justificación o no de los viajes es una responsabilidad del pasajero, que no corresponde a la empresa sino que deben demostrar los interesados en el caso de que sean sometidos a algún control policial.