La indignación de los propietarios de los terrenos de la última ampliación del polígono Los Pedernales (en Villagonzalo), cuya urbanización se acometió hace ya más de una década, han pasado de la impotencia a la indignación. Si hace año y medio habían recuperado la esperanza de poder comenzar a vender las parcelas después de que Iberdrola ofreciera una solución más económica a la falta de suministro eléctrico (lo que impide la implantación de nuevas empresas), la semana pasada el hartazgo ante la falta de pasos dados por el pequeño Ayuntamiento de esta localidad del Alfoz (quien debería de capitanear la gestión) se convirtió en enfado tras conocerse que una empresa se había interesado por 40.000 o 50.000 metros cuadrados y poco menos que se le había invitado a buscar otras ubicaciones.
Cabe recordar que la última ampliación del polígono supuso la urbanización de un espacio de 68,8 hectáreas (de los que 350.000 metros cuadrados son edificables) pero no se tuvo en cuenta la ausencia de infraestructuras eléctricas. O mejor dicho, se daba por hecho que se desarrollarían también los cercanos sectores del S-22 y Sarracín y no se veía un problema poder costear entre todos los 5 o 6 millones de euros que eran necesarios para levantar una nueva subestación eléctrica.
Llegó la crisis de 2008, esos dos últimos proyectos se aparcaron y Villagonzalo se quedó con un polígono ampliado pero sin posibilidad de suministrar energía a las empresas. El resultado, que en este tiempo solo se han instalado un par de firmas y unos 300.000 metros cuadrados permanecen en desuso.
Ante la imposibilidad de asumir el coste de la subestación (repercutirlo en la venta haría inviable cualquier operación) en 2018 se comenzó a intensificar el diálogo entre las partes. Se hablaba ya de que se podría construir una instalación por 2,5 millones pero el coste seguía resultando excesivo.
Fue en febrero del año pasado cuando Iberdrola, según relatan fuentes cercanas a la propiedad del suelo, ofreció una solución. Ya no sería necesario levantar una subestación y sería suficiente con realizar algunas obras (canalizaciones, cableado subterráneo, pequeñas conexiones...) que supondrían un desembolso aproximado de unos 600.000 euros (unos 2 o 3 euros por metro cuadrado). Es decir, unas cifras asumibles e incluso un coste que se podría repercutir a los compradores sin que el precio dejara de ser competitivo.
Esa solución la planteó Iberdrola en una reunión a la que acudió el Ayuntamiento de Villagonzalo y el que en su día fuera el agente urbanizador del polígono. Por lo hablado, el Consistorio del municipio se haría cargo de la gestión y los propietarios, mayoritariamente, asumirían el coste de la obra.
En julio del año pasado Villagonzalo convocó a una reunión a los propietarios del suelo y contrató a una empresa del País Vasco para que les ayudara en la gestión y en los pasos que se tenían que dar para hacer la petición formal del suministro a Iberdrola y así poder firmar un convenio entre las partes.
El tiempo ha ido pasando y los dueños siguen esperando noticias. Este periódico trató de conocer la versión de la alcaldesa del municipio pero no obtuvo respuesta.
El cansancio entre los dueños del suelo es grande ya que en los últimos años, aseguran, han sido muchas las empresas, fundamentalmente del sector logístico, las que se han interesado por suelo. Una oportunidad perdida.