Todos los palos del arte urbano

I.L.H.
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Juay (Juan Miguel Torres) resume en La Figa Ta Tia sus facetas como creador: cuadros, impresiones digitales (prints), diseño gráfico, muralismo en cristal, animación y una pieza de cripto-arte (NFT)

El estilo de Juay está marcado por seres de ojos saltones, elementos icónicos y estética callejera. En la imagen, con el diseño de unas cervezas. - Foto: Jesús J. Matí­as

La culpa la tiene la primera tienda de skate que hubo en Burgos, Wallride. «Tenía diez años y flipé con los gráficos y todo lo relacionado con la cultura urbana». A los 12 los monopatines se convirtieron en una extensión de sí mismo y todo lo que conllevaba: indumentaria, marcas, estética y por supuesto, el arte callejero. Lo primero que hizo en el mundo del diseño gráfico y la ilustración lo firmó como Juay in the Street y ahora que ha cumplido los 30 y lleva más de diez como creador, Juan Miguel Porres ha reducido su nombre artístico a Juay. 

En este tiempo ha creado su propio estilo con personajes que podrían formar parte de una serie de animación (no lo descarta y para eso está estudiando la materia). De ojos saltones, casi siempre con gafas, bocas enormes, elementos icónicos, estética urbana, colores degradados y, en algunos casos, recreando a referentes de la cultura callejera como el artista japonés Murakami, el rapero y actor Assap Rocky, Yung Beef (en versión española) o @jaadiee, un instragramer que fotografía a su abuelo con ropa cómoda.

Juay toca todos los palos del arte urbano y lo resume en la exposición que presenta en La Figa Ta Tia (Llana de Adentro) durante todo el mes: ilustración, diseño gráfico, muralismo, animación... En cuadros circulares muestra su pintura en técnica mixta a base de spray, rotuladores y acrílicos, que es como suele trabajar; el dibujo digital lo representa en varias impresiones (prints); para el muralismo, tratándose de un interior ha elegido una pared de cristal que ha pintado con rotulador y ha hecho un guiño decorando varios botes de spray. Reúne también el diseño de una camiseta y el de una lata de la cerveza artesana La Quince Salmón Gurú, que le acaban de encargar. Ypara rematar, exhibe la primera pieza de cripto-arte que, que sepamos, se expone en Burgos (vender, Juay ya ha vendido otra). Hablamos de una obra NFT, token no fungible por sus siglas en inglés, que viene a ser como una obra de arte digital única e imposible de falsificar que conservas como documento en tu ordenador.

Juay reivindica con esta exposición que el arte callejero entre en las salas convencionales, un espacio que le gustaría conquistar como está haciendo con las fachadas y escaparates que pinta sobre todo en Madrid, donde reside y trabaja en publicidad. «En el confinamiento he creado mucho y cada vez estoy teniendo más encargos como pintor que como diseñador. Pero no me cierro a ningún proyecto porque lo que me gusta es que la gente entre en mi mundo por el medio que sea».