De oficina a dinamizador cultural

Ó.C
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'Hanami' arrancó hace un año y surgió como un coworking. Ahora se ha convertido en un espacio para mostrar todo tipo de iniciativas

De oficina a dinamizador cultural

La palabra hanami viene de una tradición japonesa que se basa en disfrutar de los cerezos en flor. Este fue el nombre que escogieron unas cuantas emprendedoras de la ciudad para desarrollar un espacio común. La idea en un principio se centró en las bodas, aunque pronto se les quedó pequeña. Luego se pusieron la etiqueta de coworking, aunque seguramente también tengan que liberarse de esta definición, puesto que no solo son un espacio común de trabajo. La oficina ya es mucho más y actúan como un dinamizador cultural, impartiendo talleres y organizando catas y charlas para que lo cercano se conozca.

Esto es lo que explican Laura Murga y las hermanas Raquel y Silvia Zorrilla, que son tres de las impulsoras de Hanami, ubicada en la Ronda del Ferrocarril. "Hemos sido de todo pero al final hacemos muchas cosas y gustan a la gente", resume Silvia, que es la que aporta los conocimientos de ganchillo dentro de la oficina. A su lado está Raquel, que es especialista en flores y jardinería. Ella tiene mucha culpa de la decoración del taller de Hanami, donde una columna se ha convertido en un árbol al que solo le falta la vida. También está Laura Murga, una fotógrafa que se abre paso sobre todo en el mundo de las bodas.

Precisamente este fue hace un año el primer nexo de unión por el que empezaron a hablar. Aún así, con la idea de centrarse en estas celebraciones no se sentían cómodas y decidieron crear el espacio sin limitaciones. Junto a ellas también hay otra persona que crea tocados personalizados, una diseñadora gráfica y otra que se dedica a la actividad física. "Es un coworking para compartir un espacio de trabajo, pero si solo fuese una oficina en la que trabajar sería complicado que la gente entendiera lo que realmente hacemos", aclara Laura, que añade que aun así están abiertas a incluir a nuevas personas. En este sentido apuntan que los emprendedores que necesiten un lugar para desarrollar cualquier actividad profesional pueden alquilar un espacio "por horas o por meses".

Más allá de todo esto, Hanami tiene una parte creativa, en la que han visto que hay un hueco importante para potenciar a personas como ellas, que tienen una actividad que no siempre se conoce y que hace que muchos vecinos se marchen fuera a pesar de tener lo que buscan en casa. Por este motivo, también impulsan esa parte creativa en la que actúan como catalizador cultural con el que "casi todo lo que hacemos va encaminado a mover la actividad de pequeños comercios o emprendedoras como nosotras", apunta Silvia. Ese interés por fomentar lo cercano ha hecho que organicen junto a su árbol interior un buen número de actividades informativas, para lo que Hanami indican que siempre estará abierto.La zona de taller cuenta con un ‘árbol artificial’ que hace que el espacio tenga encanto