Hernando pidió un informe al policía pero no le sancionará

R.C.G.
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La alcaldesa admite que se sintió maltratada por el agente y que por eso le llamó a su despacho, pero asegura que no le amenazó con abrirle un expediente

Hernando pidió un informe al policía pero no le sancionará - Foto: Raúl Canales

Aitana Hernando quiso zanjar la polémica suscitada después de que un policía le llamara la atención en la calle por no obedecer sus indicaciones de esperar en la acera antes de cruzar. Noticia adelantada por este medio y que tuvo mucha repercusión en las redes sociales.

La alcaldesa admite que le molestó la reacción del agente porque considera que no fue la más adecuada. «Creo que no hay que gritar a nadie porque todos merecemos ser tratados con educación y respeto, y yo también soy ciudadana», afirma. Por este motivo, posteriormente le llamó a su despacho para aclarar la situación.

En dicha reunión la regidora asegura que le manifestó su descontento porque «no me sentí bien tratada» pero sostiene que en ningún momento amenazó con abrirle un expediente. Eso sí, tras escuchar la versión del agente pidió a sus superiores que le ordenaran elaborar un informe escrito sobre su actuación, decisión que justifica en que «quería saber lo que yo había hecho mal porque sinceramente no tenía ni idea» y no en que tuviera intención de sancionarle.

En su relato de los hechos, Hernando recuerda que iba hablando por teléfono y que le pareció que el policía había parado el tráfico, por lo que se dispuso a cruzar la calle, pero asumió que «soy humana y puedo fallar».

Según el informe elaborado por el funcionario, éste asegura que dio el alto a un peatón tres veces sin que le escuchara y que no fue hasta que la persona se dio la vuelta cuando distinguió que quien estaba desoyendo su orden era la alcaldesa. «Da igual que no supiera que era yo porque esa no es la cuestión, ya que no pido un trato ni mejor ni peor que el que se da al resto de personas».

Hernando no esconde que el hecho de que la situación generara risas en algunos de los testigos «me fastidió doblemente» por los comentarios y sobre todo por la imagen distorsionada que los presentes se podían llevar sobre el proceder de la policía. En este sentido la alcaldesa hizo una defensa firme tanto del cuerpo «del que me siento muy orgullosa» como del agente implicado ya que «le tengo estima profesional porque cumple muy bien con el servicio, pero alguno puede pensar que si esto le pasa a la alcaldesa, que le pasará entonces a los demás, y no es justo, porque precisamente los policías se distinguen por su buen trato».