El Grupo Canino de Búsqueda yRescate de Miranda (GCBYR) nació hace 9 años y acaba de dar un gran paso hacia su madurez gracias a la cesión por parte de la Diputación de Burgos de una parcela de 64.000 metros cuadrados en la carretera de Tirgo, junto a la residencia de San Miguel, a la espera de poder se integrado en el catálogo de recursos del Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León.

Lo que era un antiguo campo de golf se convierte en zona de entrenamientos para los 9 integrantes del grupo -adiestrador, técnico sanitario, 6 guías y la presidenta, Marisol Santos- y sus 8 perros: Brenda, Mía, Neska, Toya, Zortzi, Senda, Odín y Bosco. 

Todos ellos, salvo uno, son de venteo, esto es, trabajan con el olfato, salvo Mía, a la que están entrenando como perra de rastreo por su carácter (procede de una protectora y es un animal con muchos miedos), explica Santos. La presidenta considera que el grupo tiene mucho margen de crecimiento, dado que varios de los perros están en pleno proceso de aprendizaje.«Dedicamos 3 días mínimo a la semana para la formación y entrenamiento unas veces en pista, donde se trabaja la obediencia y los aparatos y otras en exteriores, grandes áreas, escombros, nieve...», explica. «Nos lo tomamos muy en serio, ya que se trata de poder salvar la vida de una persona», explica. 

Santos agradeció en la presentación de las instalaciones -cedidas en principio por 5 años- el apoyo de la institución provincial y de la concejala de Ciudadanos en Miranda Vanesa García. Por el momento, no reciben subvenciones y se financian exclusivamente con las cuotas de los socios.