La situación derivada por el coronavirus ha parado la actividad municipal, pero eso no significa que no se trabaje en los despachos para mantener ciertas actuaciones pendientes, o al menos, avanzar en la medida de lo posible. Uno de esos expedientes sobre la mesa son los dos edificios de la calle La Fuente que están en ruinas y cuyo derribo es una necesidad. Por este motivo Urbanismo ya ha tomado la decisión de asumir el coste, para que posteriormente sean los propietarios los que aporten la parte proporcional de la actuación. De momento la concejala responsable, Soraya Solórzano, recalca que por el Estado de Alarma se han suspendido todos los plazos, aunque los técnicos han contactado con tres empresas para preguntar por el proyecto desde el punto de vista técnico y económico.

A mediados de enero la concejala de Urbanismo remarcó la necesidad de tirar ambos inmuebles ubicados en los números 4 y 6 de la calle situada en la parte trasera del Ayuntamiento. En ese momento se alertó del pésimo estado que tenían y del "peligro inminente" que suponían para el tráfico y los peatones. Por este motivo se justificó la demolición a pesar de que ambos inmuebles estaban protegidos. Mientras se avanzaba en el derribo y se contactaba con los propietarios, el Ayuntamiento contrató la construcción de una estructura hecha a medida para evitar que si hay desprendimientos pudieran generar problemas, en una calle muy transitada sobre todo por coches.

Esta protección tuvo un coste de algo más de 13.000 euros, que Solórzano destaca que también se cobrará a los propietarios de manera proporcional cuando se acabe la actuación. El hecho de tener esta estructura hace que la urgencia no sea tan alta, puesto que la seguridad ante un derrumbe está en parte cubierta. Aún así, los responsables municipales no quieren correr riesgos y por eso pidieron las tres ofertas para acometer la actuación. Solórzano lamenta que aún queda pendiente la valoración por lo que todavía no se sabe "qué oferta es la mejor", aunque cuando se conozca se tendrá que explicar de manera definitiva a los propietarios.

El problema como afirma la responsable municipal es la situación que se vive en el país, por lo que es difícil avanzar en estos momentos. La idea a pesar de todas estas dificultades es buscar algún mecanismo en el que "por urgencia se pueda contratar la demolición", destaca la concejala, que avanza que uno de los aspectos que sí que se ha indicado por parte de las empresas es que el derribo se puede empezar por la parte trasera, la que da a la calle del Castillo, y sacar en un día todo el escombro por la parte delantera, lo que haría que se acortaran los plazos. Este es uno de los objetivos en el proceso, puesto que en Urbanismo tienen claro que esta es una de las entradas a la ciudad, por lo que el objetivo es cortar la calle lo menos posible