El 'boom' solar que viene del sur

H.J.
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Las grandes instalaciones fotovoltaicas, habituales hasta ahora en latitudes más cálidas, están llegando a la franja septentrional de España

Huerto solar de Villaldemiro, que durante muchos años ha sido el más grande de la provincia - Foto: Patricia

La tramitación de una instalación fotovoltaica corresponde a la Comunidad Autónoma hasta los 50 megavatios de potencia. Por encima de ella, es el Ministerio de Transición Ecológica el encargado de gestionarla. Sería el caso del gran proyecto de Solaria Energía y Medio Ambiente, que pretende sacar adelante 695 megavatios fotovoltaicos en el llamado "Nudo Barcina-Garoña". Para ello este mismo verano ha logrado el visto bueno al informe de viabilidad de acceso a la red eléctrica, un primer paso tras el que llegará una compleja tramitación administrativa.

Tal y como DB informó en su momento, la empresa habla de distancias entre las plantas fotovoltaicas de unos 20 kilómetros, por lo que podrían estar ubicadas en el propio Valle de Tobalina donde se ubica la ya inoperativa central nuclear, Frías, Partido de la Sierra en Tobalina, Trespaderne o la Merindad de Cuesta Urria.

La empresa alquilaría los terrenos por un periodo de 35 años, la vida útil estimada para los parques fotovoltaicos, que ya tiene operativos en las provincias de Salamanca, Valladolid, León, Huesca, Cáceres, Badajoz, La Rioja, Almería, Ciudad Real y Cuenca.

Distintas fuentes conocedoras del sector consultadas por este periódico coinciden en afirmar que la tendencia al alza de las plantas fotovoltaicas es imparable, como ocurrió en su día con los parque eólicos. Por un lado, los costes de los materiales necesarios (como los propios paneles) han descendido notablemente, haciendo más sencilla su rentabilidad.

Además, el sistema necesita cubrir los ‘huecos’ que van dejando los cierres de las centrales nucleares o las térmicas, también pensando en nuevos desarrollos como la movilidad eléctrica que obligaría a alimentar con enchufes a miles de vehículos todos los días, y las energías renovables son la apuesta política y más sostenible de cara al futuro. "La ola viene del sur", explican desde una de las empresas burgalesas que se mueven en el sector, para ejemplificar que ya existen proyectos descomunales en Andalucía, La Mancha, Extremadura o el sur de Castilla y León que van avanzando poco a poco hacia tierras más septentrionales, donde a priori el clima no acompaña tanto pero donde también será muy rentable la explotación de estos huertos solares.

Estos mismos conocedores del sector interpretan que la espectacular iniciativa que Solaria quiere poner en marcha en Merindades, y que dejaría pequeñas a todas las demás, ha escogido Garoña debido a la infraestructura de red con la que ya cuenta la zona desde hace décadas. Allí los tendidos eléctricos estaban acostumbrados a gestionar la producción de la central nuclear y ahora serían capaces de soportar otras aportaciones.