«Hay que romper el mito de que el Casino es para mayores»

ALMUDENA SANZ
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ENTREVISTA | Burgalesa del 60 y trabajadora del Ayuntamiento, su relación con el Casino se empezó a fraguar cuando estudiaba en su biblioteca y ahora acaba de convertirse en la primera mujer al mando del Círculo de la Unión en 140 años de historia

Ana Domínguez, nueva presidenta del Círculo de la Unión. - Foto: Valdivielso

La escalera alfombrada escoltada por barrocas esculturas ya dan cuenta del tono vetusto del Casino. Basta con adentrarse en su salón para confirmar ese peso histórico. Su amplitud, su imponente lámpara, la solera de su mobiliario, su elegante piano, las ricas vidrieras... El Círculo de la Unión de Burgos se fundó en 1881, cuenta 140 años de existencia, y por primera vez una mujer coge el mando. Durante dos años se sentará en el sillón presidencial para representar a sus 1.800 socios.

¿Cómo afronta este cargo con el que, además, hace historia?

En principio, lo afrontamos con mucha ilusión. Somos gente bastante joven, dentro de lo que hay, algunos seguimos en activo. Tenemos una serie de propuestas que queremos hacer de forma inmediata, aunque hay que estar sujeto al presupuesto. 

¿Cuáles son sus prioridades?

Quitar las barreras arquitectónicas, sobre todo bajar el ascensor a cota cero; captación de socios más jóvenes y, para conseguirlo, a partir de septiembre, empezaremos con actividades más atractivas, y poner la página web a tono. También queremos catalogar los cuadros que tenemos, con obras de Vela Zanetti, Pablo Barbadillo, Luis Sáez, Román y hasta hemos dejado ahora uno a Las Edades. Tenemos una pinacoteca importante. Y la biblioteca está bastante bien pero también debe mejorar. Para hacer todo esto querríamos contar con la colaboración de la Universidad de Burgos. 

¿Con qué presupuesto cuentan?

Tenemos unos 600.000 euros de presupuesto al año para personal, mantenimiento, gasto corriente, actividades... Es limitado. 

Su programa defiende dar voz y voto a las mujeres...

La mayoría de las mujeres no tienen voz ni voto. Aquí hay distintas categorías de socios. Están los ‘de número’, que en un matrimonio puede ser el marido o la mujer, y las ‘féminas’, que hay muchísimas. A los hombres les consideran siempre de número y a las mujeres, si no dicen lo contrario, féminas, que pagan un poco menos, pero no tienen voz ni voto. Nosotros pretendemos igualar a todos. Vamos a cambiar los estatutos y adaptarlos a la Ley de Asociaciones del año 2002.

¿De qué año son los estatutos por los que se rigen ahora?

No son antiguos, son del año 2006, han pasado por todos los filtros que se exigen. También es verdad que a muchas mujeres no les importa mucho, vienen, comparten sus actividades con sus amigas y se van. 

¿Cuál es la media de edad de los socios en este momento?

Igual está en setenta y muchísimos años rozando los ochenta. 

¿Hay mínimo de edad para entrar?

No hay límite ni por arriba ni por abajo. 

¿En ese objetivo de disminuirla se han planteado alguna meta?

Es difícil, pero lo intentaremos. El Casino se ve como un retiro para después de la jubilación, pero no es así, tiene otras muchas cosas, como la biblioteca, que antes en época de exámenes se llenaba de estudiantes. 

¿Es un reto romper la imagen de un sitio para gente muy mayor?

Tenemos que romper ese mito de un sitio solo para gente mayor. 

¿Ya han decidido alguna medida a adoptar?

Es difícil porque esa imagen está muy, muy arraigada. Lo primero que hay que hacer es una campaña de promoción para que vean que no todo es gente mayor y la que lo es es muy animosa. Es una labor que tenemos que hacer nosotros mismos y plantear convenios con otras asociaciones y con los colegios profesionales, para que gente que aún esté en activo vea lo que se hace aquí. Ahora ha habido un parón de más de un año, pero hay muchas conferencias, espectáculos, conciertos, cine... Nos lo pasamos muy bien y estamos en pleno centro de Burgos. 

Pese a esa ubicación privilegiada es bastante desconocido...

Pienso que la gente sabe, pero no sabe. Tiene la idea de un sitio de retiro de mayores. Ese es el problema.

Habla de estrechar lazos con semejantes. ¿Ahora el Círculo de la Unión vive ajeno a ese tejido social?

No, estamos asociados a la Hermandad de Peñas y en San Pedro se hace una fiesta para todas las reinas y damas de las asociaciones y peñas de la ciudad. Está totalmente integrado. También formamos parte de la Federación de Casinos de Castilla y León y la nacional. 

La edad media es muy alta y la población mayor ha sido la más sensible al virus. ¿Han notado descenso de socios o de asiduos a las instalaciones?

No hemos notado muchos problemas. No faltan muchos socios, aunque alguno sí se ha dado de baja, al ver que no se iba a poder venir. Sí es verdad que al principio la gente no venía a las tertulias, había miedo. 

¿Cómo se manejan con las nuevas tecnologías?

Tenemos página web, pero está muy anticuada, y hay que ponerla totalmente al día. 

¿Tienen presencia en las redes sociales?

Todavía no, sí me gustaría que hubiera en Facebook, que creo que es actualmente lo que más suele compartir la gente. En Instagram no nos veo. Aunque sí es verdad que la mayoría de la gente viene con sus teléfonos móviles y aquí hay wifi. 

¿Todas las actividades son exclusivas para socios?

En general, sí, pero sí se permite a los socios traer a sus amistades con invitación. 

¿También para la biblioteca?

Sí, aunque el socio estudiante paga una cantidad muy pequeña y tiene desde las 10 de la mañana hasta las once de la noche, le dan muchas horas para estudiar.