Sacarse la ESO a los 74 años

Adrián del Campo
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«Tras aprobar Primaria me picó la curiosidad e intenté hacer Secundaria. Y lo conseguí el año pasado», declara María Ángeles Merino. Una de los muchos ejemplos de superación que esconde el CEPA Conde de Aranda

María Ángeles Merino siempre ha sido una apasionada de la lectura. - Foto: A. del Campo

«Cuando mis hijos empezaron a trabajar y se fueron de Aranda, observé que había gente que venía al centro. Me picó la curiosidad y me matriculé. Mi primer contacto fue con la iniciación a la informática. Más tarde vine también un año a Cultura General, que es básico, es como recordar lo que dábamos en Primaria de pequeños. Me aburrí un poco, me picó la curiosidad de nuevo e intenté hacer la ESO. Y lo conseguí el año pasado». La historia de María Ángeles es la de una mujer que a sus 74 años acaba de sacar Secundaria. Y lo ha hecho ahora porque como ella dice, nació «en el año equivocado». 

«Siempre he sido ama de casa. Y quizá por no tener una preparación adecuada o quizá porque tenía bastante con el trabajo de la casa o quizá porque no he encontrado el apoyo suficiente en mi familia, yo no me dediqué a otra cosa. Entonces la mayor parte de las familias no entendían que las mujeres no se dedicasen a estar en casa y a cuidar a los hijos y al marido, sobre todo al marido», lamenta María Ángeles.

Por suerte ella hizo caso a sus hijos y se matriculó en el CEPA Conde de Aranda. «Mi vicio en la vida ha sido la lectura. Y dijeron, chica, te vas a aburrir, te apunto. Y la verdad es que se lo agradezco en el alma. Cada asignatura que he  aprobado se lo ponía en un whatsapp y todos lo celebraban», declara. Para María Ángeles ha sido fundamental el apoyo que ha encontrado en el propio centro: «Es verdad que me he sentido muy arropada, en principio me asusté un poco con la Física y la Química, pero se afronta con fuerza de voluntad y cuando no entiendes las cosas, las preguntas. Creo que tan difícil no es si se quiere. Y en mi caso tengo muchas cosas en contra, mi memoria ya no es la que era. No tengo el aliciente  de decir, necesito el título, pero los chavales deberían planteárselo, incluso las familias deberían poner mucho más empeño en que sus hijos no abandonen».