Rocío Martínez

Pegada a la tierra

Rocío Martínez


Ahora más que nunca

20/12/2021

Pues sí, reconozcamos que se nos había puesto el morro fino, permítanme la expresión. Temporadas sin agobios, cada año mejor hasta jugar play offs, Copa del Rey, ganando títulos europeos, mundiales y encima con 'jogo bonito'. Todo siendo unos recién nacidos en esto del baloncesto de élite. Ir al Coliseum, ¡una fiesta! 

Y de pronto, ¡zas! Toca sufrir, bailar junto al abismo que amenaza nuestro equipo de cuento, a esa Cenicienta que tornó princesa casi nada más llegar al baile y que ve cómo la carroza está más cerca de volver a ser calabaza. 

Y es en los momentos difíciles, como ocurre en el amor o la amistad, cuando se demuestra la auténtica fidelidad, es ahora cuando el equipo más necesita al gran pilar de este club milagro, su marea azul. Que ahí sigue, fiel. Y aunque duelen hasta los ojos viendo nuestro San Pablo Burgos tan abajo en la tabla de la ACB, aunque cada rebote del Obradoiro era una puñalada que nos dejó tristes por el duelo directo perdido, toca confiar y apoyar, más que nunca.

Y son muchos los mensajes en esta línea que leo en las redes sociales. Porque es la del San Pablo una afición única, la mejor. La que despierta aplausos, respeto y cariño donde va, la que es capaz de brindar una ovación de corazón a quien te acaba de machacar en la cancha, la que viaja hasta Turquía para estar con el equipo. Una marea azul que es sustento del equipo y grandísima embajadora de la 'marca Burgos', con la deportividad por bandera. Haciendo patria, apoyando incondicionalmente. También este año, cuando el cuento ya no es tan rosa. Y son ellos los que tirarán del equipo hacia arriba, porque cuando tienes una afición así, sólo puedes darlo todo.

No se puede defraudar a quien no te falla. Y el Coliseum no falla. Sufre, pero está, siempre. Estará mañana en la cara buena, la Basketball Champions League y el día 28 jugándonos media vida, ante un Betis al que le 'robo' el lema, porque deseando y confiando que volverá a ganar, somos del San Pablo 'manque pierda'.