La ciudad es cada vez más sensible a que las personas con algún tipo de discapacidad tengan acceso a los servicios públicos en igualdad de condiciones, especialmente los relacionados con la movilidad porque garantizan su autonomía. El Ayuntamiento, a través del Servicio de Movilidad y Transporte Urbano (Samyt) concedió ayer dos ayudas de 10.000 euros para que adapten sus vehículos.

De este modo, la capital contará el próximo año con 15 taxis adaptados, lo que supone un 8% de las 186 licencias que operan en la actualidad. La cifra está por encima del 5% que exige el Real Decreto 1544/2017, por el que se regulan las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los modos de transporte para personas con discapacidad.

Una vez que la Junta de Gobierno Local ratifique la concesión de las ayudas los titulares de ambas licencias podrán adaptar sus vehículos y empezar a dar servicio en la ciudad. Desde el pasado mandato el Samyt concede dos ayudas anuales con el objetivo de ir incrementando la flota adaptada a las personas con discapacidad o problemas de movilidad. «Cumplimos con creces la normativa y es un servicio de calidad que ofrecemos a los usuarios», aseguró José María Alegre, presidente de la Asociación Burgalesa del Taxi (Abutaxi), la mayoritaria del sector. 

La ciudad cuenta en la actualidad con 16 paradas de taxi, de modo que no se puede tener un vehículo adaptado en la cada una de ellas pero siempre hay disponibles. «A través del servicio de radio taxi siempre disponemos de vehículos que estén adaptados. En cinco minutos está a disposición de los clientes. Se presta un servicio muy satisfactorio para el cliente». 

La ayuda municipal sirve para adaptar el vehículo al que hay que poner una rampa y hacerle un rebaje para que pueda llevar una silla de ruedas. Siempre se intenta que haya al menos un vehículo adaptado en funcionamiento en cualquier horario y todos los días.