Llamó la atención enseguida. No hacía mucho calor, pero no es muy normal ver a una persona con ropa de invierno en pleno verano, y menos en un examen del carné B1 de conducir. Un marroquí de 46 años que responde a las iniciales de M.E.H. fue sorprendido el miércoles al copiar en el test teórico con un sofisticado pinganillo. Fue la responsable de sección la que dio la voz de alarma, primero al jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, y a continuación al Grupo de Investigación y Análisis (GIAT) de la Guardia Civil. Es la primera vez que en Burgos pillan a una persona haciendo trampa con este sistema.
El infractor, con domicilio habitual en Pamplona, llamó la atención con su vestimenta, pero lo cierto es que tanto desde la Jefatura Provincial de Tráfico como desde la Benemérita llevaban unos cuantos meses detrás de este tipo de fraudes. De hecho, a principios de 2019 se produjo un episodio similar en Salamanca, lo que sirvió de aviso para el resto de provincias de España de cara a estar más pendientes. M.E.H. llevaba una cámara anclada a la ropa con la que enfocaba al cuestionario, y un auricular muy pequeño, prácticamente indetectable, a través del cual le chivaban las respuestas desde otra ciudad.

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