Una vez más el patronato de la Escuela adscrita de Relaciones Laborales llega tarde a la hora de tomar decisiones y ha permitido que se iniciara el curso 2021-2022 cuando se habían dado pasos para el cierre del centro. Ello provocará que se tenga que anular la matrícula de al menos 16 alumnos que todavía no han concluido los estudios, dado que les quedan asignaturas pendientes de los últimos cursos. 

Esta decisión se tomará en el patronato que está convocado para el día 29 de septiembre y supone un trastorno para estos universitarios, dado que no se sabe la alternativa que se les ofrecerá para poder concluir sus estudios. Quizás sea que lo puedan hacer en la Universidad de Burgos, que se ha hecho cargo de este grado.

En el orden del día también figura el despido colectivo de todos los docentes y personal de administración y servicios (16 personas) por la extinción del centro educativo superior, que han financiado hasta ahora el Ayuntamiento y la Diputación y que ahora tendrán que hacer frente a las indemnizaciones. Unos docentes que por cierto llevan dos meses sin cobrar, lo que ha supuesto un recargo para las administraciones públicas por no pagar los seguros sociales. 

Cabe recordar que el Pleno del Ayuntamiento acordó en 2017 ir reduciendo la financiación para estos estudios superiores y los cursos que se impartían, al tiempo que se solicitó al rector que la matrícula del curso 2017-2018 se iniciara en la UBU, que pidió a la Junta poder impartir estos estudios, lo que se concedió. Se dejó de ofertar primero en la escuela y se empezó a dar en la Universidad. La plantilla de profesores recurrió ante los tribunales, que les dieron parcialmente la razón. La Universidad no pudo dar primero el curso 2019-2020 aunque después solicitó poder impartirlos y ahora los oferta.