23.000 pacientes más en Urgencias del HUBU que en 2012

G.G.U.
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El servicio encadena ocho años de aumento de consultas por la «falta de educación sanitaria» de la población y el «mal funcionamiento» de Atención Primaria. Por contra, el porcentaje de ingresos cada vez es más bajo: solo el 13%

Desde la apertura del nuevo hospital, los pacientes de Urgencias han aumentado en un 20%.

Por los boxes de Urgencias del HUBU pasaron el año pasado 23.000 personas más de las que lo hicieron en 2012:138.015 frente a las 115.195 atendidas entonces, cuando se estrenó el nuevo hospital. El servicio encadena así ocho años de aumento de consultas -con una media de 2.800 urgencias anuales más- y, en cambio, un descenso de las materias con gravedad tal como para requerir ingreso: un 12,95%. Estos datos reflejan que la sociedad banaliza cada vez más el cometido de un servicio que debería dedicarse en exclusiva a la patología vital y, al mismo tiempo, que el sistema no ha funcionado como debería:  la mayor parte de esos pacientes acudieron por problemas que podían esperar y para los que deberían haber encontrado respuesta en el nivel anterior, que es la AtenciónPrimaria.

Así lo asegura el jefe de Urgencias, Francisco Callado, quien afirma sin dudar que la explicación a este incremento continuo está en la «falta de educación sanitaria de la población» y en «el mal funcionamiento» de la asistencia ambulatoria. «Si una persona se levanta con fiebre alta y diarrea y no la ven en el día, no va a esperar tres para una cita en el centro de salud; se va a venir aquí», señala Callado, añadiendo que en diciembre trataron a personas que afirmaban no haber encontrado hueco para ver a su médico de cabecera «en once días o más», al coincidir el cierre de los ambulatorios por fines de semana y festivos con las vacaciones de Navidad (ver la otra página).

A esta situación, repetida en el tiempo desde que Sacyl no sustituye al personal en vacaciones, Callado añade otra circunstancia específica de la capital en estos últimos meses: las idas y venidas con el servicio de urgencias ambulatorias (los ya archiconocidos Puntos de Atención Continuada, PAC). «La gente no sabe dónde tiene que ir y te lo dicen; hay mucha desinformación», afirma el responsable de los urgenciólogos del HUBU. Un equipo de profesionales que, a diferencia de lo ocurrido con las consultas, no solo no ha aumentado en estos ocho años, sino que ha disminuido. «Ahora mismo nos faltan cinco profesionales», señaló.

El servicio tiene reconocida en la plantilla orgánica (sobre el papel) 32 médicos especialistas fijos y otros cuatro temporales, para las guardias. De estas últimas plazas, la mitad está sin cubrir y del resto, ahora hay tres profesionales menos. «Y para febrero hay otras dos bajas previstas, por lo que estaremos en menos siete», subraya Callado, especificando que el servicio se organiza con el mismo número de efectivos cada día y que la falta de cinco médicos -o siete, en unas semanas- repercute sobre el resto. «Se está trabajando con mucha presión», admitió el jefe.

En este punto Callado también lamenta que no tengan más médicos en formación (MIR) en exclusiva. «Tenemos dos residentes para todo el servicio, mientras que en las guardias de otros hay tres MIR de apoyo al adjunto», lamenta.

Las urgencias hospitalarias no tienen lista de espera por definición, pero sufren las del resto de servicios, tanto las de las consultas externas como las de los quirófanos. YFrancisco Callado pone uno de los muchos ejemplos posibles: «Una persona pendiente de que la operen de una hernia y con dolores, viene a urgencias». Y, a veces, más de una vez. «Mientras que en Atención Primaria baja la frecuentación, la nuestra sube», remacha el urgenciólogo.

Así, el año pasado recibieron a una media de 378 pacientes diarios, que son 63 más de los que atendían en 2012 (315). «Y el porcentaje de ingresos baja porque lo grave sigue siendo lo mismo, pero tenemos mucha patología banal», dice el especialista, no sin matizar que con eso no quiere decir que lo que le ocurre al paciente «no sea importante, sino que no es materia de unas urgencias hospitalarias». El día más tranquilo de 2019 vieron a 287 personas.