El retraso del AVE anula proyectos para aprovechar su tirón

H.J.
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Ni el comercio ni el sector turístico se fían de que este año sea posible la llegada de la alta velocidad, con lo que cualquier decisión está paralizada a la espera de tener fechas ciertas

Pasajeros tomando un tren Alvia en la estación Rosa de Lima de la capital burgalesa. - Foto: Alberto Rodrigo

Es el cuento de Pedrito y el lobo pero en versión alta velocidad. Tantas veces han prometido los sucesivos gobiernos que «este año sí», y luego ha sido un no rotundo, que nadie en la capital burgalesa se jugaría 5 euros a que el AVE llega antes de que acabe 2020 procedente de Palencia. Más bien lo contrario, las casas de apuestas premiarían lo contrario.

Debido a esa incredulidad generalizada sucede que ni las empresas ni los comercios ni la hostelería están preparándose para la inclusión de Burgos en la red ferroviaria del siglo XXI. Puede que haya alguna iniciativa particular que se esté desarrollando con discreción y en silencio, pero no hay ningún colectivo de entre los teóricos afectados por semejante novedad que sienta la necesidad de hacer nada.

El vicepresidente de la Federación de Hostelería y presidente a su vez de la sección de Hoteles, Luis Mata, resume a la perfección el sentimiento que emana entre su sector: «Hasta que no anuncien una fecha con día y hora ninguno nos fiamos, y nadie se la va a jugar preparando cosas sin tener un calendario real».

Algo parecido comenta David Ruiz, presidente de la Asociación de Comerciantes Zona G (la expansión de Gamonal es el barrio más cercano a la estación) y vocal de la Federación de Comercio. Tampoco a él le consta que se haya tratado este asunto entre las prioridades del año que acaba de comenzar y coincide en ese sentimiento de desconfianza.

Desde la Federación de Asociaciones Empresariales admiten también que no se puede contar al 100% con que el AVE llegue este año, pues son muchos ya los anuncios frustrados por los sucesivos problemas presupuestarios y de ejecución de las obras. Eso sí, su presidente Miguel Ángel Benavente advierte de que «para saber como se va a recibir precisamos saber conocer primero la frecuencia de los viajes a Madrid». Se refiere a la posibilidad de «aprovechar el día» con «buenos horarios de ida y de vuelta» e incluso «tener enlaces para Barcelona» a través de la propia red AVE.

Quizás sea el sector de los congresos el que tiene más esperanzas depositadas en la llegada de la alta velocidad. Los responsables del Fórum Evolución ya han contado en más de una ocasión que a la hora de presentar candidaturas a la organización de distintos eventos les han solicitado ser ‘ciudad AVE’, algo que evidentemente no pueden comprometer sin disponer antes de fechas ciertas.

Sobre todo en el caso de los congresos internacionales es fundamental poder vender a los asistentes una conexión rápida y de calidad con Madrid, estándares que ni el vehículo particular ni desde luego el autobús son capaces de cumplir frente a la teórica hora y media que se tardaría en llegar en los futuros ferrocarriles.

Para el momento en el que por fin se pongan en marcha los nuevos servicios, el Fórum tiene preparada desde hace dos años una difusión en medios especializados de congresos, de forma que las empresas organizadoras de estos eventos y las sociedades médicas (clientes fundamentales para el gremio) sepan que Burgos se ha subido al tren de la modernidad.

Aunque hay quien teme al «efecto rebote» que puede sobrevenir con el AVE, puesto que las facilidades para llegar a Burgos serán las mismas que para marcharse y por tanto muchos turistas tendrán la tentación de no pernoctar aquí, desde la Federación de Hostelería están seguros de que la alta velocidad será positiva en su conjunto.

«El cliente que puede hacer eso de venir y marcharse es el que no iba a llegar a Burgos de ninguna manera», cree Luis Mata, «y desde luego los restaurantes saldrían en cualquier caso favorecidos», sostiene añadiendo que no debe haber «miedo ninguno a tener buenas infraestructuras».

En el caso de León, última capital de la Comunidad Autónoma en disponer de AVE aunque ahora esté inmersa en la polémica por una gran alarma social y política ante la posible retirada de servicios en favor de la alta velocidad ‘low cost’, el balance tras su primer año de funcionamiento (entre los años 2015 y 2016) dio como resultado un crecimiento del 5% en los viajeros y de un 4,72% en las pernoctaciones.

Fue un alza superior al del resto de provincias del entorno en ese mismo periodo, pero tampoco parece jauja, y desde la Asociación de Hostelería de León advierten de que «la llegada del AVE no tiene un impacto solamente por sí misma, sino que hay que trabajárselo con atractivos turísticos».