A 350 kilómetros al oeste de Nairobi, la capital de Kenia, se encuentra Iten, una ciudad de unos 43.000 habitantes que está considerada una de las cunas del atletismo. Allí se preparan los mejores atletas del mundo aprovechando sus 2.400 metros de altitud y hasta esa localidad africana puso rumbo Jesús Gómez el pasado mes de noviembre para entrenar. «Es todo una experiencia», admite.

El atleta burgalés estuvo acompañado por Lidia Campo, Solange Pereira y Daniel Arce, sus compañeros habituales de entrenamiento. «Sierra Nevada no tenía plazas, así que surgió esta idea porque Dani ya había estado por allí. Hemos podido entrenar bien y con buen tiempo, había 22 grados», dice Gómez.

Seis semanas en las que el ‘Grupo del Río’ aprovechó para meter kilómetros de cara a la temporada de pista cubierta. «Ha sido duro por la altura. Allí, la falta de oxígeno te ahoga, pero mejora la capacidad de tu cuerpo para absorberlo y luego ves que recuperas mejor. Entrenábamos 3 o 4 horas al día».

«Por los caminos de tierra», cuenta Gómez, «es habitual encontrarse jóvenes, mayores, chicos o chicas corriendo a cualquier hora». Asegura que es una zona con una «gran cultura de atletismo».

La vida. En Kenia, la vida es diferente y, muchas veces, sorprendente: «Es otro ritmo. Ves cosas que aquí serían imposibles, como un niño solo en el campo. Es cierto que hay pobreza, pero también te digo que no todo es eso. Simplemente, la gente vive con menos, no necesita una lavadora o un lavajillas y se les ve felices».