Julio de 1998. Ermita de San Vitores. Oña. En una comida organizada por los alcaldes de Frías, José Luis Gómez; Poza de la Sal, Nemesio Padrones y de la villa condal, Demetrio Alonso, sellaron el pacto de unión de estas tres localidades situadas en la comarca de La Bureba y Las Merindades, que a partir de entonces trabajan de la mano para dinamizar y potenciar el sector turístico. A esta pintoresca velada acudieron también vecinos de los pueblos y el menú preparado por el Hostal Morales consistió en un buen plato de patatas con jabalí. Como obsequio por la participación los asistentes también recibieron una cesta personalizada de cerezas del Valle de Caderechas.

Así nació la Mancomunidad Raíces de Castilla, que tras mantenerse en el podio como una de las más reconocidas a nivel provincial después de 25 años de su fundación, también se ha hecho con el título de la más antigua de Castilla y León. Con un importante patrimonio histórico, artístico y natural, los tres municipios comenzaron a dar pequeños pasos hasta que, tras un incesante recorrido, han logrado consolidar la marca. 

La labor de promoción no resultaba sencilla teniendo en cuenta que las oficinas de turismo de Poza y Frías abrieron a posteriori, en 1999 y 2004 respectivamente. La oniense se adelantó al pacto ya que comenzó a funcionar en marzo de 1997. El equipo directivo, compuesto por aquel entonces por la presidenta, Berta Tricio, y tres concejales de cada Ayuntamiento conocedores de la oferta que deparaban sus respectivas localidades y de su potencial turístico, aunaron esfuerzos para conseguir colocar a este triángulo entre los referentes del turismo de interior. Hoy por hoy y gracias al esfuerzo de muchos, la marca ha quedado totalmente consolidada. 

Los datos hablan por si solos, y a pesar de que hace dos décadas no se tenían tan en cuenta como ahora, no cabe duda de que los objetivos de Raíces de Castilla en potenciar el sector turístico y una imagen conjunta que favorezca su conocimiento y desarrollo, mejorar la calidad de vida de sus vecinos y crear actividad económica mediante los recursos ha dado su fruto. Más de 73.500 personas se dejaron ver en la ciudad fredense a lo largo de 2022, en torno a 20.000 por la villa condal y unos 16.500 en Poza, lo que indica que aunque los vestigios de la pandemia todavía queden a flote, el motor turístico pisa el acelerador a fondo.

Por la junta directiva han pasado personas con ideologías diferentes pero siempre sosteniendo el denominador común de trabajar para impulsar la ciudad más pequeña de España, la villa condal y el balcón de la comarca burebana. Aunque cada localidad puede presumir de su propia personalidad, comparten valores comunes: un denso pasado histórico y monumental, un conjunto urbano bien conservado y un privilegiado entorno natural. Desde la constitución de la Asociación apostaron fuerte por la asistencia a diferentes ferias de turismo como Presura en Soria, Naturcyl en Palencia, Intur en Valladolid o Fitur en Madrid, siempre con mostrador propio, considerando este tipo de eventos como un importante escaparate para acercar el destino a futuros turistas y profesionales del sector. 

En sus inicios arriesgaron, y ganaron, con la impresión de folletos y material turístico. Si bien, la velocidad en la que se desarrollan actualmente los acontecimientos ha provocado que además de centrar su trabajo de promoción en señalizar y mantener senderos o colocar carteles informativos, la creación de contenidos audiovisuales, las campañas de comunicación llevadas a cabo en otras ciudades (como en el metro de Bilbao o autobuses en Madrid o Vitoria), o la divulgación de los recursos a través de códigos QR hayan acaparado el protagonismo. «La apuesta constante por aplicar las nuevas tecnologías al patrimonio y facilitar su sostenibilidad ha resultado la clave para nuestra admisión en la red de Destinos Turísticos Inteligentes, de la que forman parte cerca de 150 integrantes. Este avance nos permitirá seguir sumando experiencias y diseñar recorridos con el resto de entidades participantes», manifiesta Juan Arnaiz, actual presidente de la entidad, que asegura que se muestra muy orgulloso de los logros alcanzados tanto en estos últimos años, como en los periodos en los que Luis Arranz y José Ignacio Castresana tomaron las riendas. 

De cumpleaños. La celebración de los 25 promete traer momentos únicos. También atraer una vez más blogueros y periodistas de todo el país para que conozcan, recopilen datos y después cuenten a sus lectores lo que sus ojos captan. La colaboración con bares, restaurante y alojamientos perdurará con las credenciales de paso e «igual vemos la estampa de Raíces plasmada en alguna servilleta o azucarillos. Qué mejor instante de recordar lo que esconden Frías, Poza y Oña mientras uno disfruta de un café», sentencia la cara visible de la Mancomunidad. Ahora toca soplar las velas y pedir un deseo. Por otros 25 años más, como mínimo.

Un sendero repleto de clics. Juan Arnaiz vivió una de las experiencias más gratificantes como presidente de la Asociación el pasado 5 de noviembre, al recoger en la V Gala de los Deportes de Montaña de Castilla y León el premio al Sendero más popular de la región 2022, que correspondió con la Ruta Raíces de Castilla, señalizada como PR-BU-15. Esta recorre los antiguos caminos que unían Frías, Oña y Poza de la Sal y sus cerca de sus 42 kilómetros lineales discurren por llanuras, montañas, riberas, pinares, hayedos y saltos de agua que dejarán a los caminantes con las ganas de repetir.