«Llegar a la final en Tokio sería el broche a estos años»

CARMELO PALACIOS
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Oportunidad única. Tres veces campeón de España y bronce en el Europeo, Jesús Gómez quiere dar un salto más en su carrera con la participación en los Juegos. La pandemia no le ha robado la ilusión y afronta 2021 con más motivación que nunca

El atleta burgalés Jesús Gómez quiere poner en los JJOO de Tokio el broche a todos estos años de preparación. - Foto: Valdivielso

La presencia de unos Juegos Olímpicos en el calendario lo cambia todo. Cada carrera, cada entrenamiento, cada gota de sudor cobra más sentido que nunca. Es una oportunidad única en la vida deportiva de un atleta y Jesús Gómez lo tiene muy claro. El mediofondista burgalés, triple campeón de España y bronce en un Europeo, tiene una plaza prácticamente asegurada para correr el 1.500 en las Olimpiadas de Tokio, cuya celebración está prevista entre el 23 de julio y 8 de agosto, y trabaja duro para llegar de la mejor forma posible. 

La pandemia no se lo puso fácil en 2020, pero volvió más ambicioso que nunca y ahora confía en ir cogiendo sensaciones en el Nacional y el Europeo camino del país del sol naciente.

Llegan noticias inquietantes desde Japón. El gobierno afirma que se van a celebrar los Juegos, pero los casos están desbocados y han prohibido la entrada de extranjeros, ¿qué cree usted?
Soy optimista. No sé el formato o si habrá público porque todo dependerá de lo que mejore la vacuna, pero en mi cabeza está que sí se van a hacer; no puedo pensar de otra manera.

Se pospusieron de 2020 a 2021 y unos atletas piensan que les ha beneficiado por ganar un año más de experiencia y otros que les ha perjudicado al ser ya más veteranos, ¿cuál es su caso?
A mí me ha beneficiado porque he cogido más experiencia y voy para arriba. He mejorado. Creo que ahora puedo sacar más partido a mi rendimiento. De todos modos, tampoco creo que sea un trastorno muy grande seguir un año más para los que quieran retirarse después.

¿Con qué mentalidad afronta la cita olímpica?
Mi entrenador me ha dicho que no hay que ir a competir sin más y que nos supere la situación. Llegar a la final en Tokio sería el broche a estos años de preparación.  

¿Lo ve como una oportunidad única en la vida?
Sí, lo veo así. Yo no pienso en París 2024. La vida no sabes lo que te va a deparar y las oportunidades hay que cogerlas. No hay que pensar a largo plazo porque la vida puede cambiar. Ir a la mayor competición a nivel mundial es el reto más grande de mi carrera.

Antes del gran evento del año, está el Europeo de pista cubierta, que se celebrará en Torun (Polonia) en marzo, ¿se ve repitiendo medalla?
Ese será el objetivo. Después del bronce en 2019 y con las buenas sensaciones que estoy teniendo compitiendo a nivel internacional, pienso en repetir ese podio, aunque sé que será muy complicado porque hay mucho nivel.

El Campeonato de España de pista cubierta, previsto para febrero, será una buena manera de prepararse... 
Sí, estaré en el Nacional. Iré a defender el título que logré en Ourense el año pasado.

Esa fue de las últimas carreras antes de que el mundo cambiara, ¿se acuerda de qué estaba haciendo hace un año a estas alturas?
Estaba preparando la pista cubierta con la intención de conseguir puntos power ranking. Competí bien a nivel internacional y luego revalidé el Campeonato de España. A partir de ahí, todo se paró.

¿Sintió que echaba por tierra todo el trabajo durante el confinamiento?
Estuve un par de meses sin hacer nada. Fue un desastre. Lo noté muchísimo porque no podía ir a un gimnasio y nosotros solemos ir dos o tres días por semana. Es muy importante. Para que te hagas una idea, cuando fui a mi fisioterapeuta después del confinamiento no me reconocía casi. Me dijo: «Estas piernas no son tuyas». Había perdido mucho tono muscular y aún no he recuperado ese tono de antes de la pandemia. 

Pero luego reaparece en la Diamond League de Mónaco y bate su mejor marca personal en el 1.500, ¿se sorprendió a sí mismo?
Sí, no sabía cómo iba a estar de forma. No había corrido antes otro 1.500 para romper el hielo y hacer ese ‘marcón’  en Mónaco, que es la mejor carrera después de la final de un Mundial, fue increíble. La carrera tuvo un nivel altísimo, se batió el récord de Europa y ganó el campeón del mundo. Llegué sexto con un tiempo de 3.33.07.

Vaya inyección de moral...
Sí, fue una manera de darme cuenta de que habíamos hecho las cosas bien. No es fácil estar bien mentalmente cuando te llegan noticias de suspensiones de los Juegos, del Europeo... Te vienes un poco abajo. 

¿Cómo gestionas esa puesta a punto?
No teníamos prisa porque no sabíamos las pruebas que podían disputarse. Había mucha incertidumbre. Sin embargo, creo que al no haber muchas competiciones, nos centramos más en las que había y eso me pudo beneficiar.

Muchas carreras se fueron al limbo...
Sí, el Europeo al aire libre me dolió porque estaba bien y me sentía capaz de lograr una medalla o estar muy arriba. Además, no se pospuso, se canceló. El Mundial de China 2021 tampoco se va a celebrar y era otra cita que también tenía marcada. Te rompe todos los esquemas que te suspendan pruebas que llevas preparando durante meses o, incluso, pensando en ellas años.

Sí que sobrevivió el Nacional al aire libre, que se celebró en septiembre, ¿fue una decepción lograr el bronce para alguien que ha sido campeón de España?
Siempre quieres más cuando ya has sido campeón, pero el tercer puesto en esa carrera me supo bien. Se quedó atrás gente muy buena y pude compartir podio con los mejores. Hubo un nivel increíble en la final, diez hombres por debajo de 3.40, algo que no se veía desde hace años.

Ahora, viéndolo con perspectiva, ¿cómo valora 2020?
A nivel deportivo y pese a no haber competido lo que me gustaría, no lo puedo considerar un mal año. Conseguí mi mejor marca personal en Mónaco e hice la mejor temporada de verano de mi vida. Me  dejé ver a nivel internacional y cogí mucha experiencia compitiendo con los mejores del mundo. No me puedo quejar.