La cuenca del Arlanza, en alerta por riadas

MARTA G. CUÉLLAR
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La crecida se notó más en Palacios, donde se inundaron los bajos de viviendas, y en Salas superó el nivel de alarma, llegando a los 2,79 metros y un caudal de 172 metros cúbicos

La cuenca del Arlanza, en alerta por riadas

Las fuertes lluvias han acelerado el deshielo de la nieve caída estos últimos días en la zona de Pinares, lo que ha provocado una mayor crecida del río Arlanza, alcanzando los 2,79 metros en Salas de los Infantes, y la inundación de algunas zonas de ribera de los pueblos por los que pasa. Desde su nacimiento, el Arlanza ha dejado claro el territorio que le pertenece allá por donde pasa y ha ido inundando todo paraje, calle o camino que se interponía en su camino, llegando incluso a viviendas de Palacios de la Sierra y hasta las puertas de algunas empresas de Quintanar de la Sierra. El prado de esta misma localidad amanecía  completamente inundado, llegando en sus puntos más hondos al metro y medio de agua.

Del mismo modo, mientras la riada afectaba a caminos, huertos, fincas y alguna que otra carretera, ha dejado las zonas de Palacios de la Sierra destinadas al paseo totalmente anegadas, llegando a cubrir casi en su totalidad los ojos del puente viejo de la villa e incluso entrando en algunas de las viviendas más próximas al río. Y como si de una característica más del Arlanza se tratase, tras su paso por Palacios, el fuerte caudal llegó a Salas, donde los vecinos no dejaron de mirar con recelo las aguas de un río que en numerosas ocasiones ha inundado los barrios más próximos a su cauce.

Poco antes de las cuatro de la  tarde, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) activaba el nivel de alarma en la localidad salense, ya que el caudal del río superaba los parámetros establecidos para la referencia de alarma, es decir los 2,45 metros, con un caudal de 124 metros cúbicos por segundo. Unas horas más tardes, el nivel llegaba a los 2,79 metros y el caudal superaba los 172 metros cúbicos por segundo.

La alcaldesa de Salas, Marta Arroyo, en declaraciones a Europa Press, lanzó un mensaje de «tranquilidad» a la población pues, pese a la crecida del Arlanza, se mostraba convencida de que no se producirá finalmente un desbordamiento que afectara al caso urbano, insistiendo en que todo apuntaba a que no habría desbordamientos que puedan afectar al núcleo urbano de la villa, como en 2016. Tras estos episodios por la Sierra, es ahora la zona baja del Arlanza, en la que se encuentran Covarrubias, Lerma y Peral de Arlanza, donde se mantienen en alerta ante la posibilidad de que el río, debido a las lluvias, pueda pasar por sus municipios fuera de su cauce.

El Pedroso, que nace en Barbadillo de Herreros y desemboca en el Arlanza en Barbadillo del Mercado, también baja ‘fuera de madre’ y amenazante.