Baches, baches y más baches. De hecho, hay tramos en el camino de La Barboja, con acceso desde el Puente Conchuela y final en La Calabaza, que son un socavón continuo. Imposibles de esquivar. Con profundidades de entre quince y veinte centímetros. Una situación que ha desatado las quejas de los vecinos, que reclaman al Ayuntamiento de Aranda de Duero que asfalte "de una vez por todas" los caminos para llegar a sus fincas. 

"No podemos aguantar más. Llevamos un año y pico así. Tenemos derecho a que lo arreglen", dice Joaquín del Cura, uno de los afectados, que calcula que podría haber unas 500 casas entre todos los caminos de la zona y entre 80 y 100 en La Barboja. 

Tras explicar que el Consistorio suele ocuparse de alisar estas vías cada cierto tiempo, normalmente en primavera, asegura que "el simple hecho de pasar las cuchillas, no sirve de nada. Es pan para hoy y hambre para mañana". En su opinión, deberían realizar un camino parcelario. 

Algo en lo que coincide otro vecino: "Lo que hace falta es que lo asfalten y se dejen de poner parches porque al cabo de dos meses ya está otra vez mal el camino. Es una vergüenza". 

Según Del Cura, apenas pueden circular a una velocidad de cinco kilómetros por hora. Por no hablar del gasto adicional en ruedas y amortiguadores. "¿Pasamos las facturas de los arreglos al Ayuntamiento?", cuestiona. 

Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, Carlos Fernández, asegura que "no hay partida presupuestaria directa para los caminos" y que, de momento, no existe otra opción que esperar a los remanentes, que salen en abril. 

"Los caminos se encuentran en mal estado por culpa de la nieve, el hielo y las posteriores lluvias", indica, destacando que su arreglo supone una "prioridad" para el Ayuntamiento. No obstante, Fernández admite que "con todos los trámites que hay que efectuar, el dinero de los remanentes no estará disponible hasta agosto o septiembre".