Los ayuntamientos rehabilitan casas ante la mayor demanda

L. NÚÑEZ
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Numerosos municipios de la comarca, desde Roa, hasta Milagros, Hontoria de Valdearados o San Juan del Monte, están sacando a la venta parcelas para satisfacer la demanda generada en el último año

Los ayuntamientos rehabilitan casas ante la mayor demanda

La era post-covid está provocando un éxodo al revés: de la ciudad al pueblo. Sí, de la megaurbe al campo tras décadas y décadas de movimiento a la inversa. En el último año, 29 pueblos de la Ribera del Duero han ganado habitantes. Pocos o muchos, pero Haza, Valdeande, Anguix, Fuentelcésped o Castrilo de la Vega han sumado. Se dice que el coronavirus ha cambiado la mirada con la que muchos observan el medio rural y que ahora se valora como un entorno más saludable, lejos de las aglomeraciones, algo fundamental en tiempos pandémicos. 

Al calor de esa pequeña ‘revolución’ demográfica, distintos ayuntamientos de la comarca están impulsando un sinfín de iniciativas, ya sea para rehabilitar viviendas antiguas, para construir otras nuevas que después destinarán al alquiler o también con la venta de parcelas bajo la condición de que una vez subastadas, quienes las adquieran se comprometan a empadronarse en el pueblo y levantar una casa que deberán utilizar como primera vivienda. 

Así lo han hecho, por ejemplo, en Milagros. Su alcalde, Pedro Luis Miguel Gil, explica que el municipio cuenta con nueve vecinos empadronados más a 1 de enero de este año, frente a los que había en el mismo mes de 2020. De 435 habitantes han pasado a 444. Reconoce que hay demanda de casas, pero no demasiada oferta ni de alquiler -pese a las numerosas casas cerradas durante todo el año-, ni de obra nueva. Una situación que el Ayuntamiento quiere atajar. "Hemos sacado tres parcelas para hacer tres casas", sostiene, mientras añade que al Consistorio le gustaría hacer en mayor medida este tipo de enajenaciones, "así como tener una bolsa de alquiler". 

Porque Milagros, según el regidor, cuenta con muchos servicios que en otros municipios han desaparecido: "El consultorio médico funciona perfectamente, tenemos guardería, instalaciones deportivas y un colegio público al que vienen muchos alumnos de la zona e, incluso, de Aranda. El colegio está fijando más población que quizá las empresas", dice. 

Sin embargo, se topan con la falta de terrenos. "Nos gustaría sacar el máximo número de parcelas a precios asequibles. Esta seguirá siendo nuestra política", recalca. También están buscando subvenciones ya sea de la Junta de Castilla y León o de la Diputación de Burgos para arreglar algunas casas propiedad del Ayuntamiento y alquilarlas con el objetivo puesto en que se puedan asentar más familias. 

También Gumiel de Mercado volverá a poner en venta próximamente 29 parcelas para construir viviendas unifamiliares. 

Donde no cesa el movimiento es en San Juan del Monte, con 105 personas viviendo durante todo el año y unos 160 empadronados. Desde que el virus puso patas arriba el mundo, al menos seis familias de Barcelona y Madrid decidieron cambiar su residencia a este municipio de la Ribera. 

"Hay mucha gente que viene preguntando por casas y también hay que decir que se han vendido muchas", asegura su alcalde, Juan Carlos Rocha Martínez. Más allá de la compraventa entre particulares, el Consistorio cuenta desde hace décadas con dos viviendas municipales y ahora están arreglando una tercera. "Antes teníamos las oficinas del Ayuntamiento en la primera planta, pero para hacerlo más accesible, hemos llevado todo a la planta baja. Ahora estamos adecentando ese espacio que queda libre para ponerlo en alquiler", explica al respecto. En total, unos 140 metros cuadrados que contarán con un salón, cocina, dos baños, un aseo y cuatro habitaciones. 

"Estamos contentos. Además, hemos aumentado el número de niños. Van diez o doce al colegio de Peñaranda y otros seis al instituto", remata Rocha. 

No es el único municipio en el que han optado por rehabilitar viviendas. En Hontoria de Valdearados, Arandilla o Torregalindo van por el mismo camino. Siempre con la mirada puesta en atraer población y poner su granito de arena para llenar la España Vaciada. 

Según detalla el alcalde de Hontoria, Joaquín Bengoechea, el Consistorio destinará 40.000 euros a reformar una de las dos Casas de los Maestros, que después alquilarán como ya hicieron hace un tiempo con otra vivienda municipal. Por su parte, en Arandilla, con diez vecinos más en los últimos meses, quieren rematar antes de verano una casa, situada justo encima del consultorio médico, que llevan un tiempo rehabilitando. Faltarían por invertir unos 3.000 euros, tal como apunta su alcalde, Tomás Ángel Martínez, quien detalla que "ya está prácticamente todo alicatado". 

Mientras, en Roa de Duero, el Ayuntamiento pondrá en marcha a medio plazo una promoción de 30 viviendas que se construirán en un terreno cedido por la Fundación Filomena de la Puebla. 

También Peñaranda de Duero se encuentra buscando la colaboración de la Junta para restaurar dos viviendas sociales. Cabe destacar que el Consistorio dispone en propiedad de siete casas, de las que cinco se encuentran habitadas.

El alquiler no cuaja. En Caleruega se han planteado aplicar fórmulas alternativas a la construcción de viviendas municipales. Su alcaldesa, Lidia Arribas, se muestra convencida de que este tipo de iniciativas son mucho más costosas económicamente y no tan rápidas como, por ejemplo, alquilar las numerosas casas que se encuentran vacías durante prácticamente todo el año.  

"Muchas personas no vienen al pueblo ni siquiera en verano. Por eso, llevo tiempo tratando de convencer a quienes se encuentran en esta situación para que alquilen sus viviendas a otros que sí viven en Caleruega o que necesitan una casa de forma temporal por el motivo que sea", explica, admitiendo que la mayoría rechaza el alquiler por desconfianza. "Prefieren tener las casas cerradas, no acaban de fiarse", lamenta, al tiempo que pone el énfasis en las viviendas repartidas por todo el casco urbano que no se encuentran en buen estado, "algunas están a punto de caerse, generan un peligro y es una pena porque son casas muy bonitas que guardan la esencia del patrimonio y la arquitectura de la zona".