Ciudad Rodrigo, un campo por descubrir

J.A.D.C.
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La Arandina se desplaza mañana a tierras salmantinas para medirse a domicilio al club mirobrigense. Será el estreno ribereño sobre el césped del Francisco Mateos (16.30 horas)

Izquierdo da instrucciones desde el banquillo durante el pasado encuentro ante el CD La Virgen - Foto: Christian Castrillo

Jornada de debuts en la Arandina. Concretamente, el suyo en Ciudad Rodrigo. Y es que el conjunto que dirige Álex Izquierdo se enfrentará mañana domingo por primera vez en su historia al club salmantino en competición (16.30 horas). Una cita que se antojará en cierta medida especial para la entidad ribereña, y que servirá para recoger el testigo dejado allí sobre el terreno de juego por la extinta Gimnástica Arandina en su último enfrentamiento ante el conjunto charro el 20 de septiembre de 1981 (2-1 en favor local).

Más allá de efemérides, duelo exigente de nuevo para los pupilos de Álex Izquierdo ante un equipo que, como ha señalado éste, le ha costado analizar más de lo normal fruto del desconocimiento general de sus jugadores al ser ésta su primera temporada juntos en el Grupo VIII; también, de la cantidad ingente de vaivenes vividos en el banquillo por el Ciudad Rodrigo desde que comenzara la competición.

«He tenido que hacer una exploración más intensa de lo normal porque quizás éste era el rival que más desconocía al tratarse de un equipo recién ascendido, pero después de ver muchos de sus partidos, uno se da cuenta de que se trata de un conjunto altamente competitivo». Sobre todo en casa, donde el propio Izquierdo ha querido destacar que el 83% de los puntos cosechados hasta la fecha por la entidad mirobrigense en liga (10 de los 12 que tiene), han sido logrados por ésta dentro del césped del Francisco Mateos.

Debido a ello, Izquierdo espera mañana un duelo incómodo para los suyos. Todo, ante un adversario que prevé «pegajoso», de «buena presencia física», y que, indica, tratará de plantear «un alto nivel de intensidad» al juego. Un escenario que a buen seguro pondrá las cosas complicadas, pero ante el que el ribereño no oculta también que la Arandina viajará a Salamanca con el convencimiento de ganar.

Lo hará además «sin salirse de su identidad», pero tratando, eso sí, de «adaptarse un poco» a los condicionantes de un campo singular y que presentará unas dimensiones más reducidas de las habituales para el modelo de juego blanquiazul. Eso, y una convocatoria que repetirá pleno de integrantes tras las últimas sesiones preparatorias, y que volverá a poner de manifiesto el hambre existente en un once lanzado hacia arriba en la tabla, que bien podría aún cerrar el año tercero.