El aumento de los costes del transporte por carretera está haciendo que muchas compañías estén a la búsqueda de alternativas para hacer llegar -o recibir- productos o materias primas.En el caso de Transcacesa, compañía que opera enVillalonquéjar y que se dedica entre otras cuestiones a la comercialización de abonos y cereales, llevaban tiempo planteándose aumentar las frecuencias de tren para evitar los portes de camión.

Pero tenían un problema, el maltrecho estado en el que se encontraba el ramal que conecta sus instalaciones con la línea ferroviaria general.Sin embargo, una vez que elAdif ha procedido al arreglo del mismo -que también emplea la química Adisseo- no han tardado en incrementar sus servicios.De las 10.000 toneladas de abono que recibirán este 2021 pasarán al doble, unas 20.000, el año que viene. «El tema del camión está reportando muchos problemas y el tren ahora está cogiendo mucho auge», asegura Luis Ángel Pérez Alonso, gerente de Transcacesa.

Recuerda que en la década de los noventa movían «muchísimo» cereal, abono o pipas por ferrocarril, pero con el abandono por parte de las administraciones públicas de la línea los servicios pasaron a realizarse por carretera.Es ahora, con un ramal que permite circular a los convoyes a 30 kilómetros por hora -y no a 10 como hasta hace unos meses- cuando se están planteando también poder enviar desde Villalonquéjar a sus clientes las materias primas en tren. «En una expedición nos llegan 700 toneladas de golpe, lo mismo que 30 camiones.El ferrocarril es la opción más rentable, rápida y ágil», apunta Pérez Alonso.

La distancia. El principal punto fuerte que tiene el tren frente al camión es la competitividad que gana en distancias largas. En estos momentos el abono que reciben llega de Portugal, mientras que el cereal que parte desde Villalonquéjar lo hace solo en camiones. «Con el tren podremos ampliar el radio de clientes», apunta.

Aunque la comercialización de abonos y cereales es un elemento importante para Transcacesa, la firma se dedica principalmente a la preparación de cebada para elaborar cerveza.«Se envía a las malterías de Madrid yNavarra por carretera», indica.

Antiguamente también proveían a una fábrica portuguesa, a la que suministraban en tren, y a la que ahora quizás puedan volver a servir dada la competitividad del ferrocarril.