Tú el guion, yo la interpretación

Agencias
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El director Fernando León de Aranoa y el actor Javier Bardem vuelven a acercarse a la precariedad laboral, con cierto humor, en 'El patrón'

Bardem y León de Aranoa tuvieron un gran éxito juntos con ‘Los lunes al sol’ (2002). - Foto: Javier Etxezarreta

No cabe duda de que su primer proyecto -Los lunes al sol-  funcionó y ahora insisten en probar suerte con el mercado laboral como telón de fondo. El director de cine Fernando León de Aranoa y el actor Javier Bardem vuelven a forman tándem  casi 20 años después de ganar la Concha de Oro en el Festival de Cine de San Sebastián. 

Y así llegaron ayer a la ciudad cántabra con El buen patrón, el nuevo mano a mano de dos clásicos del cine nacional, un proyecto que participa en la sección oficial del certamen cinematográfico vasco, que presenta con humor la precariedad laboral y cómo las relaciones en el entorno del trabajo se mezclan con las personales.

En la rueda de prensa en el Zinemaldia, León de Aranoa, acompañado del protagonista y de gran parte del reparto (formado por, entre otros, Manolo Solo, Almudena Amor u Óscar de la Fuente) y del productor Jaume Roures, defendió que «el humor es la mejor manera de acercarse a casi cualquier cosa, entender las cosas y explicarlas».

Por ello, «siempre» intenta que esté en sus películas, pero en esta historia, en concreto, sentía que había que no «frenar» ese humor y que estuviera «más afuera». «Sentía que era la mejor manera de contar esta historia, con sus ángulos, el paisaje del empleo tan deteriorado y jodido y la medida en que las relaciones laborales se mezclan con las personales», explicó, para añadir que «tiene algo catártico reírse de las cosas, parece una forma de vencerlas».

Por su parte, Bardem, que encarna a Julio Blanco, el empresario abusador y egoísta, señaló que cuando la «escritura es tan fina, tan honda y tan bien creada» como en este guion, interpretarlo es «un regalo para el actor». «Había poco que añadir, tener el ojo abierto y reconocer comportamientos de tipos públicos privados, algunos no tienen nada que ver con la empresa», dijo de su personaje, que supuso para él «un juego» interpretar.

Sobre la personalidad de Blanco  señaló que, «algo» de él también tiene. «No he matado a nadie pero cuando haces No es país para viejos tienes que sacar una parte tuya que sería capaz de matar, que la tenemos todos», indicó.

Bardem explicó su preparación del personaje desde el trabajo de «recuerdos, emociones y posibilidades de ser otra persona». «Todos tenemos esa capacidad de niños, luego lo vamos soterrando, matando», apuntó, para añadir que el actor «tiene que empatizar con el personaje», ya que juzgarlo «no ayuda a la interpretación».