La recuperación esquiva a los más necesitados

SPC
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Cáritas Castilla y León alerta que la situación no mejora en lo que va de año y recuerda que un tercio de las personas atendidas en el año 2020 no había recibido ayudas antes

El obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, y el presidente de Cáritas de Castilla y León, Antonio Martín de Lera. - Foto: Rubén Cacho ICAL

Cáritas Castilla y León alerta de que la recuperación económica esquiva a las personas en exclusión o en riesgo de exclusión, que ven como su situación no mejora en lo que va de año por los efectos de la pandemia de la covid. Los datos reflejan esta realidad: un tercio de las personas atendidas en 2020 nunca había acudido a la ONG de la Iglesia a pedir ayuda. «La pobreza ha tocado a nuestra puerta y la situación sigue siendo muy complicada por que los ERTE y los subsidios se acaban y el empleo no se regenera. Muchas personas que, hasta ahora, tenían un colchón ven cómo se les acaba», subrayó ayer en Valladolid el presidente autonómico de la asociación, Antonio Jesús Martín de Lera.

Durante la presentación de la Memoria Regional 2020 de Cáritas, Martín de Lera reiteró que, de momento, no se nota una recuperación «fuerte», algo que se traduce en que la demanda de ayudas en algunas provincias es superior a la del año pasado. Y eso que el programa de Acogida y Asistencia de la ONG atendió el ejercicio anterior a un total de 35.435 personas, lo que supuso 2.100 más que en 2019. De ahí que Cáritas se viera obligada a destinar a este programa cerca de seis millones de euros porque no solo hubo un incremento de los ciudadanos atendidos si no que se produjo un incremento del número de atenciones. No en vano, la gente acude con «más asiduidad» para solicitar ayuda. 

Martín de Lera señaló, según declaraciones recogidas por Ical, que muchas de estas personas acudían en los primeros meses de la pandemia a una de las once cáritas diocesanas de la Comunidad a pedir lo «más básico», como los alimentos. Hasta el punto que las ayudas al pago de los suministros como la luz y la calefacción pasaron a un segundo plano por que «lo principal» era comer, después de que sus ahorros solo llegaron para cubrir las necesidades del primer mes. 

Martín de Lera estableció diferencias entre las crisis económica de 2008 y la generada por la pandemia, ya que la primera, dijo, fue «más paulatina, lo que generó que la gente entrara en la exclusión durante más tiempo mientras que la irrupción del coronavirus ha provocado una destrucción «brutal» en solo dos meses y poner de manifiesto la falta de un «escudo social» que proteja a los más vulnerables. 

«Hemos caído bruscamente y la recuperación será más lenta. De momento, las expectativas de mejora se chocan de bruces contra la realidad, ya que existe una dificultad para recuperar los niveles de empleo», reiteró. Una destrucción del empleo que ha afectado, sobre todo, a las personas más vulnerables que trabajaban en sectores precarizados como la hostelería, el turismo, el trabajo doméstico y el cuidado de mayores. Durante el año pasado, Cáritas atendió a más de 13.000 personas en materia de empleo, ya sea a través de la orientación, la formación y la intermediación laboral. En un escenario de crisis, se puso en valor las empresas de inserción que ofrecen oportunidades de empleo digno y la incorporación al mercado laboral de muchas personas en situación de vulnerabilidad.