La Junta de Castilla y León ha decidido retomar este martes, 12 de enero, la actividad lectiva en toda la provincia de Burgos después de analizar la situación de los accesos a los centros educativos de toda la Comunidad. 

La nieve y el hielo que dejó el temporal sobre algunas carreteras provocó la suspensión este lunes de las 303 rutas habituales de transporte escolar y, por consiguiente, las clases en prácticamente todos los municipios burgaleses, a excepción de la capital, Aranda de Duero y Miranda de Ebro. Esta medida ha afectado hoy en nuestro territorio a 7.300 alumnos que no han asistido a sus respectivos colegios.

Todos los colegios rurales quedaron este lunes cerrados por "prevención", como reconoció ayer a este periódico el director provincial de Educación, José Antonio Antón, que defendió la medida a fin de evitar cualquier riesgo para no tener que lamentar accidentes debido a que no todos los municipios podían garantizar que las vías se encontrasen en condiciones adecuadas para el tránsito. 

Desde la Junta refrendaban que las decisiones tomadas en las últimas horas habían tenido como principal objetivo "garantizar el derecho a la educación a la vez que se salvaguardaba la seguridad de todos los miembros de la comunidad educativa. Motivo por el que solo se han cerrado los centros en aquellas zonas en que la situación lo aconsejara".

El propio Antón confiaba ayer en que hoy se pudieran terminar los trabajos de limpieza para reanudar mañana la actividad lectiva, como así será, según han anunciado hoy fuentes de la Consejería de Educación, en constante coordinación con la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y las Delegaciones Territoriales de la Junta.La vuelta a las clases este lunes tras el periodo navideño en los centros que sí han podido abrir se ha producido con normalidad y sin incidencias destacables, informan desde la propia Junta.