Juan José Laborda

RUMBOS EN LA CARTA

Juan José Laborda

Historiador y periodista. Expresidente del Senado


Celestino Bacale y Guinea Ecuatorial

07/03/2021

Recibí la noticia de la muerte de Celestino Bacale (1957-2021) por un mensaje que me envió Plácido Micó, el fundador, junto con Bacale, del CPDS, el partido socialdemócrata que ejerce la única oposición eficaz al régimen de Teodoro Obiang Nguema. 
Celestino Bacale falleció en Duala (Camerún) a causa de la covid19, a donde había sido evacuado para intentar salvarle la vida. Los amigos que Celestino tenía en España hemos sentido mucho su muerte, a pesar de sus desconcertantes cabriolas ideológicas de los últimos años, pues en 2011 él fue nombrado por Obiang ministro de su gobierno, y ese transfuguismo le costó que Plácido Micó, y la mayoría de sus amigos de su antiguo partido, le dejaran de hablar. Sin embargo, ha sido Plácido el primero que nos ha avisado de su muerte, y después, otros amigos guineanos han entrado en comunicación conmigo lamentando que Bacale haya fallecido. 
Mi relación con Guinea Ecuatorial proviene de cuando asistí como observador al juicio (2002) que el régimen de Obiang Nguema había montado contra dirigentes de la oposición interior, entre los cuáles estaba Plácido Micó, que fue condenado a años de prisión por impulsar, sin prueba alguna, un inverosímil golpe de Estado; organizamos una campaña internacional contra su condena, que consiguió su excarcelación al año siguiente. 
Entonces conocí a Celestino, que era el dirigente del CPDS más popular de todos sus líderes. Mientras Plácido Micó daba la imagen de un intelectual reflexivo, Celestino Bacale destacaba por su carisma de persona simpática y muy cercana al común de los ciudadanos de Guinea Ecuatorial. Ese mismo año de 2002, Bacale fue el candidato de su partido para enfrentarse a Obiang en las elecciones presidenciales, pero el CPDS terminó retirándose de ellas, ante la falta de las mínimas garantías de transparencia para votar. En aquellos días comprendí que no era una ocurrencia decir que en el régimen de Obiang las leyes eran secretas, mientras eran públicos los votos electorales. Unos años después, Bacale fue elegido diputado, a la vez que Plácido Micó, y llegó a ser candidato a la alcaldía de Malabo. 
Por razones históricas singulares, España, aunque cometió los abusos típicos de la colonización europea en África, como Estado fue menos injusto con la población que, por ejemplo, Bélgica, con el Congo. Los abuelos de Celestino fueron maestros, y su padre fue contable, y en su familia hubo ingenieros, como su tío Severiano, del que después hablaré, por su importancia en su cambio de chaqueta ideológico. 
Sin duda pertenecía a una élite social. Esta característica me ha llevado a dos consideraciones. Primera, que tanto Francisco Macías Nguema (1924-1979), el monstruo que gobernó el país tras la independencia, como su sobrino Teodoro Obiang Nguema (1942), sus dictaduras han despreciado estúpidamente a las élites profesionales y culturales, con las consecuencias de incompetencia administrativa, atraso económico e injusticia social. Y la segunda, que los guineanos, cuando tienen la oportunidad de estudiar y formarse profesionalmente, demuestran una inteligencia muy notable. Ejemplo de lo que opino, Celestino Bacale obteniendo el título de ingeniero industrial, o Plácido Micó, licenciándose en Derecho y en ingeniería técnica industrial; pero esa sobresaliente capacidad para estudiar se comprueba en la mayoría de los alumnos guineanos, por ejemplo, los que venían becados para carreras universitarias de letras y de ciencias en España.
Conozco la relación que Bacale tenía con su tío Severiano, y por eso me creo los argumentos que él me dio cuando pasó a ser ministro de Obiang. Su tío Severiano era socio y amigo de Obiang. Celestino y Teodoro coincidieron en el funeral de Severiano. Celestino, al decir unas palabras en la iglesia, en recuerdo del fallecido, se refirió a Obiang, mostrándole el agradecimiento de su familia por su presencia. Para sorpresa de los presentes, Obiang estalló en lloros desgarradores. Al terminar la ceremonia, Obiang, al despedirse de Bacale, le dijo que fuera a verle cuanto antes. Cuando se encontraron en el palacio presidencial de Bata, Obiang, utilizó el recuerdo del tío desaparecido, para decirle a Bacale que no podía negarse a ser ministro. Yo he conversado por teléfono con Bacale en aquellos días, y los vivió como un dilema, entre una lealtad natural y familiar (que sigue siendo muy decisiva en las sociedades africanas), y la lealtad racional a su ideología y partido político. Pudo más la lealtad familiar, pero también he de decir que Celestino, además, tuvo miedo; él pensaba que si se negaba a ser ministro de Obiang, tendría que exiliarse de su patria. Celestino Bacale fue cesado de ministro el año 2020. 
Por lo que conozco, Guinea Ecuatorial está ahora mal. El futuro, una vez desaparecido Obiang, al no existir la mínima institucionalidad, será otra vez un dilema: o el hijo Teodorín, un sátrapa destalentado, o una alternativa militar. Por eso es muy importante, especialmente para España, que el CPDS, ahora dirigido por Andrés Esono Ondó, pueda romper ese espantoso dilema.