Nombran a Lourdes Rodríguez fiscal del Tribunal Supremo

DB-AGENCIAS
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Dirigía desde el año 2015 el Ministerio Público de Castilla y León. Es especialista, entre otras materias, en derecho civil

Lourdes Rodríguez Rey dirigía desde el año 2015 el Ministerio Público de Castilla y León - Foto: Valdivielso

La fiscal superior de Castilla y León, Lourdes Rodríguez Rey, sigue dando pasos adelante en su cada vez más reconocida trayectoria profesional y ayer fue nombrada nueva fiscal del Tribunal Supremo, según informaron fuentes del Ministerio Público.

Especialmente comprometida con la lucha contra la violencia de género, también se ha distinguido desde sus inicios en el cago de fiscal superior de Castilla y León, allá por el año 2015, por reclamar la instrucción de los casos penales para los fiscales y por sus críticas por el mal funcionamiento del expediente digital.

Antes de ocupar la fiscalía superior de la región, Rodríguez Rey ostentó las jefaturas de las fiscalías provinciales de León, entre 2005 y 2009, y de Palencia, entre 2010 y 2015. Es especialista, también, entre otras cuestiones, en materia civil y en personas con discapacidad. Fue también fiscal jefe de la Audiencia de León. 

El Ministerio Público dio también el visto bueno al nombramiento de Francisco Javier Rojo López como fiscal jefe de Ávila, donde era desde 2000 teniente fiscal y jefe en funciones tras la jubilación de su antecesor. La actual delegada de violencia sobre la mujer y seguridad vial de Segovia Inmaculada Martínez García se ocupará de la jefatura fiscal en esta provincia, donde está destinada desde 2001 tras su paso por Baracaldo y Ciudad Real.

María José Burgos Monge será también el nuevo fiscal jefe de Soria, donde estaba destinada desde el año 2010, mientras que Jacinto Fernández Villalvilla renovará en la jefatura de Ponferrada.

Rodríguez Rey fue la primera mujer en ostentar el cargo de fiscal superior de Castilla y León y en su toma posesión en septiembre de 2015 ya se presentó con un tono reivindicativo al reclamar la vieja aspiración del Ministerio Público, de asumir la dirección de la investigación en los procesos penales, que en este país ejercen los jueces. Solo con este nuevo modelo, afirmaba que España «dejaría de ser una anomalía en Europa» y se lograría «la verdadera separación de la fase de instrucción y la de enjuiciamiento y una mayor eficacia».

A lo largo de su trayectoria ha resaltado la necesidad de que los fiscales «potencien su facultad investigadora previa al proceso, utilizando el instrumento legal de las diligencias de investigación, cuyo éxito en la lucha contra la delincuencia compleja» es patente. Pero las «dificultades», tal y como ha defendido en alguna ocasión, no serán excusa ni impedirán que la Fiscalía», bajo su mando, «cumpla con la misión que la ley le atribuye».

En los últimos años ha defendido su compromiso por perseguir la delincuencia informática, la económica y los atentados contra el medio ambiente y el patrimonio histórico, «en una Comunidad que tantos tesoros conserva». 

La nueva fiscal del Tribunal Supremo también ha expresado en el pasado su preocupación por la corrupción en el sector público, «pues los comportamientos derivados de esta forma de delincuencia socavan la confianza de los ciudadanos en el sistema democrático y debilita las instituciones».

Valores. Rodríguez Rey se ha distinguido también por un discurso comprometido en el que se ha referido siempre a la función protectora del fiscal, «como valedor de los derechos de las víctimas y de los sectores sociales más desfavorecidos», una misión reforzada por la ampliación de funciones que otorga al Ministerio Público la Carta de Roma.

En este sentido de compromiso, también ha destacado por defender con vehemencia que es primordial velar por los menores, por las personas con discapacidad y por los consumidores y usuarios. Colectivos que en muchas ocasiones se encuentran indefensos y a los que es necesario proteger y prestar una especial atención.

Leonesa de nacimiento, es licenciada en Derecho por la Universidad de Salamanca y pertenece a la carrera fiscal y a la judicial (en excedencia).