Exigen al Gobierno agilizar los trámites de la Concepción

B.G.R.
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El alcalde se reunirá con el ministro de Cultura para confirmar que habrá partida en los presupuestos para el proyecto de ejecución. El PP asegura que se han perdido dos años y sitúa los trabajos en 2023

El convenio para la rehabilitación del inmueble histórico se firmó en mayo de 2018. - Foto: Luis López Araico

Los retrasos acumulados en el inicio de las obras de rehabilitación del Hospital de la Concepción, que la UBU sitúa ahora a finales del próximo año en lugar de en el actual como se anunció inicialmente, han despertado las críticas de PP y Ciudadanos, que ven «imposible» que se cumplan esos nuevos plazos y acusan al Ministerio, encargado de financiar la actuación millonaria, de «dejadez» y de «haber perdido dos años completos». Mientras tanto y desde las filas socialistas, rechazan esas acusaciones, sin dejar de reconocer que se trata de un proyecto «prioritario» para Burgos. En los que todos coinciden es instar al Gobierno central a que los trabajos comiencen lo antes posible.

El alcalde, Daniel de la Rosa, asegura que la remodelación de este edificio es la actuación «más importante» de la ciudad. «En los primeros presupuestos generales que se aprueben tiene que haber una partida», subraya, en referencia a la redacción del proyecto de ejecución que, según añade, no ha podido todavía licitarse por cuestiones presupuestarias que también se han visto afectadas por la crisis sanitaria. De hecho, avanza que en septiembre mantendrá un reunión con el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez, porque ahora es a este departamento al que «toca mover ficha», ya que el Ayuntamiento «ha hecho lo que tenía que hacer»; modificar el PGOU que permite permutar los terrenos para construir un edificio anexo para el Archivo Histórico Provincial, que compartirá espacios con la UBU en el resto del inmueble histórico. 

No comparte estas afirmaciones el senador Javier Lacalle, quien estuvo presente como alcalde en las negociaciones que durante tres años se mantuvieron entre la Universidad y el Ministerio hasta que en mayo de 2018 se firmó el convenio para la rehabilitación del inmueble junto a la Junta y el Consistorio. «Se han perdido dos años de trabajo completos», señala, apuntando como responsable a dicha cartera, que «tendría que haber avanzando en este tiempo en la redacción del proyecto de ejecución» porque, según explica, se trata de un procedimiento que podría hacerse realizado de forma simultánea con el cambio del Plan General y la elaboración del estudio de detalle, de la que se ha ocupado la UBU al ser la titular del edificio y que está pendiente de 2 informes. 

De haber sido así, considera que podría haberse cumplido el calendario que contemplaba el acuerdo,  con el inicio de obra en 2020, al tiempo que avanza que presentará en los próximos días varias preguntas en el Senado para «que nos informen de manera detallada sobre el cronograma que manejan». En este sentido, no comparte las previsiones de la UBU de arranque de los trabajos para finales del próximo año y ve «imposible» que estos comiencen antes de 2023. Sobre estos pronósticos, De la Rosa se muestra más prudente que la institución académica local y mira hacia 2022 para su comienzo.

El regidor capitalino no duda en instar al Ministerio a que agilice la tramitación para que la actuación comience cuanto antes, algo que comparten desde Ciudadanos y Podemos. El portavoz municipal de la formación naranja, Vicente Marañón, considera que ha existido cierta «dejadez» en el Gobierno respecto a este proyecto, si bien afirma que desde el Ayuntamiento debe ejercerse la «mayor influencia posible» para hacer ver a Madrid que se trata de una actuación clave para la ciudad, pero sin que esto signifique que se tenga que utilizar como «arma política arrojadiza». «Se trata de un proyecto de ciudad y pocos como este tienen tanto sentido para evitar la sangría poblacional de Burgos», agrega. 

Por su parte, Margarita Arroyo, lamenta los retrasos  pero se muestra comprensiva debido a que la pandemia «ha trastocado» los planes de todas las administraciones. No obstante, también pide celeridad al Ejecutivo, al igual que el presidente de la Asociación Nuestro Barrio, Florentino González, quien reconoce que lo deseable hubiera sido que la intervención avanzara más rápido. «Es una infraestructura que necesita la zona, la ciudad y la UBU», remarca, no sin precisar que «lo que queremos es que, aunque vaya lento, no se pare y se sigan dando pasos». Por ello, afirma que la agrupación seguirá atenta a la evolución del proyecto.