Los cámpings viven un buen agosto

R.E.M
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Autocaravanas y tiendas de campaña se han convertido estas vacaciones en las opciones favoritas de los turistas, en su mayoría nacionales

Carmen y Joaquín se conocieron en el cámping de Burgos. Sus hijas, Sofía y Gema, se hicieron amigas. - Foto: Alberto Rodrigo

Los cámpings de la provincia viven un verano mejor en general que el pasado y en la inmensa mayoría han notado un notable incremento de la ocupación de los alojamientos al aire libre, que en muchos casos se llega a completar especialmente en los fines de semana. Julio fue algo más flojo y agosto ya empezó con más fuerza, con turistas básicamente nacionales. La temporada arrancó algo más tarde de lo habitual, pero las autocaravanas y tiendas de campaña tiran del carro en un momento donde la mayoría prefiere evitar estar en contacto con demasiada gente.

Aisea Álvarez, desde el cámping La Isla, situado en Villalázara de Montija,  afirma que las altas cifras de ocupación han empezado «un poco más tarde que de normal». Normalmente el lleno lo suelen rozar desde principios de julio, pero este año han tenido que esperar hasta aproximadamente el día 25 para notar unas cifras altas. «A partir de ese momento se ha notado mucha gente» y han superado el 90% de ocupación a partir de ahí. Los fines de semana se alcanza el 100%. A partir de mediados de agosto ya bajan mucho las reservas, por lo que este año la campaña será más corta de lo habitual. La mayoría de quienes van allí a pasar sus vacaciones llegan desde otras provincias españolas y afirma con rotundidad que la gente está apostando más por los alojamientos de libre acampada. «Hay muchísimas autocaravanas matriculadas nuevas de hace menos de un año», manifiesta.

En el cámping Puerta de los Montes Obarenes, en Busto de Bureba, el mes de julio fue algo irregular «principalmente debido al tiempo» y la mayoría de las pernoctaciones eran de gente de paso, mientras el mes de agosto «está siendo mejor». Entre semana se nota más afluencia de turismo extranjero y se les anima a quedarse más días -dos o tres- para conocer mejor la zona donde pueden encontrar espectaculares paisajes como los que ofrecen  Frías, Oña y Poza de la Sal. Mientras, los fines de semana el 90% es turismo nacional,  especialmente familiar. Así lo asegura su propietario, Ricardo Sáez, que empezó este año a gestionarlo, y si en julio llegaron a tener una media del 50% para agosto ha subido con los fines de semana a plena ocupación y entre semana alrededor del 70%. 

En este cámping los extranjeros que llegan son principalmente holandeses, y luego franceses y alemanes. Las autocaravanas están triunfando en gran medida este verano, algo que comparten la mayoría de propietarios de la provincia. En él se busca principalmente la tranquilidad, puesto que incluso cuando llega a su máxima ocupación tampoco el ajetreo es elevado al contar con una veintena de plazas. De ahí que ese sea uno de sus principales reclamos.

En el cámping Arlanza, en Quintanar de la Sierra, tenían el año pasado el problema de alquilar una parcela sí y otra no, y no tenían acampada libre que sí se ha permitido esta temporada. «Tenemos mucha acampada libre, todas las habitaciones completas, los bungalows también y las mobile-home», asegura la alcaldesa de la localidad Montserrat Ibáñez. Desde que arrancó la temporada el 10 de junio han tenido una ocupación del 37% en la zona destinada a acampada con electricidad, donde casi un 22% de esas parcelas corresponden a parcelas ocupadas en contratos de larga temporada, es decir, familias que les visitan desde hace varios años ya. En su mayoría proceden del País Vasco, Madrid y Castilla y León.

Y desde el cámping municipal de Fuentes Blancas, Jorge Arasti reconoce que están cerca de un 40% de ocupación. Se muestra «positivo» porque están mucho mejor que el año pasado «aunque no se puede comparar con niveles de hace dos o tres años».  Tanto tiendas de campaña como bungalows están teniendo gran tirón, aunque para estas últimas se están haciendo muchas reservas a última hora. Pero lo que más se está notándose s que hay un verdadero ‘boom’ de autocaravanas, «muchas imagino que serán de alquiler». Sí notan cuando los datos de contagios empeoran que las cancelaciones de bungalows aumentan directamente. «Cuando Burgos salía en las noticias, al final mostrando lo que había que eran malas cifras, la lluvia de cancelaciones fue bestial», asegura, y cree que la gente busca lugares lo más seguros posibles.

Entre los aspectos que más ha sorprendido a Arasti este año es la gran cantidad de españoles que están acudiendo, ya que dependían mucho de clientes extranjeros y no se están encontrando tanto con eso. Algo que al final no deja de resultarles extraño. País Vasco, Navarra y Cataluña son los principales lugares de procedencia de los clientes este año, aunque también se pueden encontrar de otros puntos como Murcia o Andalucía. La estancia, sin embargo, no suele ser demasiado larga. De media están habitualmente dos días, ya que desde su punto de vista «estamos en un sitio de paso en el que paran y continúan» y piensa que también el VIII centenario de la Catedral puede haber resultado un atractivo más para llegar hasta la ciudad. Aunque aún esté lejos la normalidad, se ve la luz al final del túnel.