Los transportistas amenazan con irse al País Vasco

I.E.
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Denuncian la medida de prohibir su paso los domingos del verano por la AP-1 y la N-I, porque dicen que retrasa una jornada sus entregas en Europa, lo que restaría competitividad a las empresas burgalesas

La medida afectaría a unos 300 camiones de Burgos que viajan a Europa los domingos para llegar a sus destinos el martes. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

La idea de la Dirección General de Tráfico (DGT) de prohibir el paso de camiones por la AP-1 y la N-I las tardes de los domingos entre el 7 de junio y el 13 de septiembre no ha sentado nada bien a las empresas del transporte. Si el borrador del decreto anual que establece las restricciones a la circulación de mercancías incluye finalmente esta medida «constituirá una agresión» contra el sector, se queja José Luis Olivella, el presidente de Asebutra, la patronal burgalesa. Además, si sale adelante «las compañías de la provincia, e incluso algunas de Palencia o Valladolid» se verían abocadas «a instalarse en el País Vasco» para no «perder una jornada de trabajo», una circunstancia que restaría competitividad a los transportistas internacionales.

Olivella explica bien en qué radica el problema. En la práctica, la medida de restringir el paso de camiones entre las 16 y 21 horas de los domingos estivales supone «embolsar camiones en la provincia de Burgos, en la capital o en trayectos anteriores», con lo que se trunca la «fórmula» que utilizan las empresas para llegar los martes a descargar en los distintos destinos europeos. ¿Por qué? Como Francia abre su frontera a los vehículos pesados a las 22 horas de los domingos, los camioneros de Burgos utilizan dos ‘tácticas’ para optimizar su tacógrafo. Por un lado, algunos salen entre las 16 y 17 horas para llegar a Irún a las 21, hacer el descanso obligatorio y después continuar viaje hacia Europa, de modo que llegan el martes -aprovechando el resto de horas de su disco- a cumplir con sus compromisos en «Francia, Bélgica o Alemania». La otra estrategia pasa por partir entre las 9 o 10 de la mañana para llegar al límite con el país galo a las 15 horas, efectuar el descanso de 9 y «pasar con el disco limpio para descargar en los puntos más distantes del continente».

Si se lleva a efecto tal prohibición, todos esos camiones «perderían una jornada de trabajo y no llegarían el martes a cumplir con sus contratos sino el miércoles, lo que  restaría competitividad y clientes a las empresas».

El Comité Nacional del Transporte por Carretera, del que es representante el propio Olivella, estima que «la pérdida de esa jornada es insostenible» y abocaría a las empresas a «asentarse» en el País Vasco. «No se trata de una postura de fuerza, es que no hay otra, porque con esa medida habría que tomar otras rutas -por Cantabria o por Logroño y Navarra-, lo cual incrementaría los costes, que no podemos repercutir a nuestros clientes porque perderíamos los contratos», lamenta.

Olivella se reunió ayer por la mañana con el subdelegado del Gobierno, Pedro Luis de la Fuente, a quien expuso la situación. «Nos ha escuchado de buen talante y se ha comprometido a recabar información de los estamentos implicados para ver en qué punto se encuentra la redacción del decreto, un gesto que agradecemos», comenta. Este periódico ha podido saber que esa normativa no se aprueba hasta finales de enero o principios de febrero, de modo que hay tiempo para que la DGT «reconsidere» su idea inicial.

El presidente de Asebutra asegura que unos «300 camiones burgaleses» se verían afectados por esa medida de los domingos del verano. Hay otras  fechas en las que se prevén restricciones en el borrador: el domingo 22 de marzo; el domingo 3 de mayo; los domingos 7, 14, 21 y 28 de junio; los domingos y festivos comprendidos entre el 3 de julio y el 13 de septiembre; el lunes 12 de octubre; el lunes 2 de noviembre; y el martes 8 de diciembre. El sector entiende que «en fechas señaladas, de puentes y salidas de vacaciones» la DGTimponga restricciones para dar fluidez a las carreteras. «Pero es que son tres meses seguidos». Además Olivella teme que dejen de pasar por Burgos transportes internacionales que parten del sur de España.