Es de sobra conocido que alquilar un piso, casa o vivienda en una ciudad de mar, aparte de ser harto complicado, conlleva un desembolso económico más elevado de lo habitual. En territorios junto al Mediterráneo como Barcelona, Islas Baleares, la costa de Andalucía o la Comunidad Valenciana o en las Islas Canarias la escalada de precios ha sido una constante durante los últimos años motivada por el auge del turismo. Lo que nadie podría esperar es que, salvando a la Comunidad de Madrid, Burgos esté junto a Sevilla en el podium de provincias de interior donde la renta que deben abonar los inquilinos es más elevada.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana lanzó ayer el Sistema Estatal de Índices de Referencia de precios de alquiler, un documento con 11,2 millones de datos de arrendamientos de los últimos cuatro años, que se actualizará anualmente con información de 1,7 millones de inmuebles y 33.662 secciones censales. En el amplio informe se refleja que, de media, los burgaleses que viven de alquiler pagan mensualmente 497 euros, la cifra más alta de Castilla y León y la tercera más alta del país si se deja fuera a todo el arco Mediterráneo y las Canarias.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)