El Burgos CF inició la campaña de abonados de invierno con la intención de que la masa social blanquinegra creciera de forma significativa, pero por el momento son 215 los aficionados que han pasado por las oficinas para sacarse el carnet. Así las cosas, la entidad de la ribera del Arlanzón cuenta ya con alrededor de 7.700 abonados en su temporada de regreso a Segunda División.

La afición está respondiendo a la perfección en esta vuelta del equipo al fútbol profesional. Está enganchada al equipo y se ha convertido en el activo más importante con el que cuenta el club burgalesista en estos momentos.