La incidencia del coronavirus a penas se ha notado en las obras de conversión ejecutadas en la residencia de ancianos mixta de Callejonda. El final de la actuación estaba previsto para finales de verano, pero la enfermedad hizo que se parara la inversión durante 16 semanas por precaución ante los contagios. A pesar de todas las dificultades en julio, la Junta de Castilla y León anunció que esperaba que las obras terminarán en septiembre. Al poco de este anuncio los trabajos se pararon de nuevo por el repunte de la enfermedad, aunque en estos momentos las tareas de envergadura están terminadas por lo que "la recepción se va a producir en un periodo corto de tiempo. Yo calculo que a finales de septiembre se cerrará este asunto", apunta el delegado territorial de la Junta en Burgos, Roberto Saiz Alonso.

De este manera, la administración regional estará más cerca de completar las dos nuevas unidades del modelo ‘En mi casa’, que espera ampliar pronto en el centro, para que los usuarios ganen en autonomía, al margen de seguir cumpliendo con las necesidades que tienen. En estos momentos, existen 32 plazas habilitadas de este tipo y con la actuación que se va a terminar en las próximas semanas esta cifra estará a un poco más cerca de duplicarse.

Recepcionar la obra es un paso, importante, pero por delante quedará otra tramitación como reconoce el delegado territorial. Se trata de "una segunda fase en la que se va a contratar todo el mobiliario" para dar por terminada esta actuación. Por el momento, la Junta ha invertido en la primera intervención 724.000 euros con los que se ha trabajado en la reconversión del ala norte de la segunda plaza, donde se van a habilitar las dos nuevas unidades. Además también se ha reformado el centro de día de la residencia mixta.

Saiz remarca que en estos momentos "se tiene que hacer un procedimiento independiente" para amueblar las habitaciones y los espacios comunes que se han generado, aunque el representante de la administración regional, tampoco se atreve a dar plazos sobre el momento en el que activen realmente las 32 plazas anunciadas, cuya reconversión no suponen la pérdida de residentes en el centro. Lo que sí que se explica es que antes de sacar la licitación, y a la espera de cumplir con la recepción de la obra, lo que se está haciendo son " los estudios de necesidades  porque de lo que se trata es de adecuar lo máximo posible el centro para poder prestar el mejor servicio". Más allá de este aspecto quedará por ver si con la adecuación del nuevo modelo se amplía el personal como piden los sindicatos.