A falta de conocer cuántas mujeres víctimas de violencia de género quedan bajo la vigilancia de la Policía Local, en base al convenio suscrito por el Ayuntamiento y la Subdelegación, los mandos del cuerpo municipal ya tienen definido cómo llevarán a cabo dicho seguimiento. Tras semanas de formación de los agentes, serán dos los que se encarguen de este nuevo cometido. Lo harán desde el cuartelillo de Gamonal, que perdió protagonismo tras la reestructuración de la organización. Allí se ha habilitado un espacio para la Unidad de la Diversidad, en la que quedarán integrados estos efectivos.

El acuerdo firmado por el alcalde, Daniel de la Rosa, y el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, contempla que la Policía Local se debe encargar de vigilar a víctimas de maltrato protegidas en el sistema integral de vigilancia (Viogen) que corran un riesgo bajo o no apreciado. A día de hoy hay unas 230 mujeres en esta situación en la capital, aunque los agentes municipales solo tendrían que controlar como mucho a la mitad. El número exacto es lo que tienen que precisar en los próximos días con la Policía Nacional, que es la que tiene las competencias de protección. 

La Unidad de Familia y Mujer de la Comisaría Provincial (UFAM), ha encabezado una serie de sesiones formativas sobre el uso del programa Viogen, mediante el cual se evalúa el riesgo que corre una víctima de violencia machista, así como el tratamiento que deben brindar durante el seguimiento de cada caso. Un total de doce policías locales participaron en estos cursos. 

El intendente jefe y el mayor operativo del cuerpo municipal están ultimando el proceso de selección para determinar quiénes serán los dos agentes que se encarguen de este cometido. Una vez definido este aspecto, se integrarán en la Unidad para la Diversidad, que impulsaron hace poco más de un año. Esta sección está especializada en asuntos de carácter social y tiene un contacto permanente con el tejido asociativo de la ciudad. 

Desde la Policía Local aclaran que, por el momento, la incorporación de estos dos agentes será un primer impulso en la protección de mujeres maltratadas. Cada cierto tiempo, añaden, estudiarán las necesidades y decidirán si continuar con el mismo número de efectivos o ampliarlo. No en vano, ayudarán a sus compañeros de la Unidad de Diversidad en intervenciones más allá de la violencia machista. 

Actualmente, en la provincia de Burgos hay 620 mujeres bajo protección policial, 33 más que hace un año. El de la capital no fue el único Ayuntamiento que se comprometió a colaborar en las labores de vigilancia, sino que los de Aranda y Miranda también suscribieron sendos convenios con la Subdelegación del Gobierno.