Una patrulla de la Policía Nacional detuvo hace días en Burgos a un joven de 28 años como presunto autor de un delito de malos tratos, después de que fuera él mismo el que llamara a la Sala del 091 solicitando la presencia de un indicativo policial en el domicilio que compartía con su pareja sentimental.

Al llegar a la dirección facilitada, los agentes encontraron al requirente en la vía pública y observaron que presentaba síntomas de haber ingerido alcohol. Les explicó que necesitaba recoger sus efectos personales del domicilio en el que residía con su pareja y ambos habían acordado hacerlo con presencia policial para evitar conflictos. Los agentes le preguntaron reiteradamente, antes de acompañarlo al piso, sobre si había acordado la recogida de sus pertenencias a lo que el hombre respondió afirmativamente.

Cuando la mujer franqueó la puerta de la vivienda era evidente su gran estado de nerviosismo como consecuencia, según explicó a los policías, de la situación que poco antes había tenido lugar en el domicilio al llegar el hombre en estado ebrio. Además, explicó a los agentes que ya habían sucedido episodios similares en varias ocasiones.

Ante este hecho, uno de los agentes se entrevistó de forma reservada con la mujer, quien relató el episodio de malos tratos del que había sido víctima en presencia de su hijo, menor de edad, siendo el autor su pareja, con quien convivía desde hacía tiempo. Afirmó que nunca antes había denunciado a pesar de que no era la primera vez que él la agredía.

De forma inmediata se procedió a la detención del hombre como presunto autor de un delito de malos tratos, trasladándolo a dependencias de la Comisaría Provincial para llevar a cabo las diligencias oportunas y ponerlo a disposición de la Autoridad Judicial.

Al mismo tiempo se activó el protocolo para asistencia médica a la víctima y su traslado a dependencias policiales para prestarle apoyo policial y social.