Fondos europeos para vigilar el 'Burgos central'

I.E.
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La idea de Medio Ambiente e Ingeniería Industrial es instalar un sistema de cámaras que identifique los coches que pueden acceder al área de exclusión de tráfico en las jornadas de emisiones elevadas

El tubo de escape de una moto humea en una calle de la capital. - Foto: Alberto Rodrigo

El plan de acción para rebajar las emisiones en el casco urbano en los días de contaminación extrema va cobrando forma. Las áreas de Medio Ambiente e Ingeniería Industrial trabajan de manera coordinada para idear el sistema que controle el paso de paso de vehículos en la zona de exclusión de tráfico en los días de elevadas emisiones, en el 'Burgos central'. Los responsables de ambas secciones, los concejales Leví Moreno y Adolfo Díez, están de acuerdo en que la instalación de cámaras que identifiquen los coches que pueden pasar a esa área es la mejor fórmula -a imitación de las que ya operan con los bolardos de los espacios peatonales del casco histórico-. Para financiar su colocación confían en la convocatoria de fondos europeos vinculada a asuntos de movilidad. También habrá que diseñar e instalar la correspondiente señalización que delimite esa 'almendra' libre de automóviles.

El Ayuntamiento de Burgos cuenta con la ventaja de que los niveles de contaminación por óxido nitroso son reducidos durante todo el año en la capital, solo suben -y mucho- cuando llegan vientos saharianos. Sin embargo, la Ley de Cambio Climático impone una serie de obligaciones a las administraciones locales -de núcleos de más de 20.000 habitantes- para rebajar las emisiones en los cascos urbanos. Para 2023 todo tiene que estar listo.

El planteamiento del Ayuntamiento de la capital es de máximos. Cuando los niveles de contaminación superen los límites cerrará al tráfico rodado todo el centro de la capital, un espacio que ya ha acotado en un mapa. Ese área queda delimitado por la avenida de Cantabria; por el norte, por la avenida del Cid, calle San Francisco, y los viales del casco alto hasta el paseo de los Cubos, que hace de frontera en el oeste. Por el sur, el paseo de la Isla, de la Audiencia, bulevar y la Quinta cierran el anillo al estilo de Madrid Central.

Los episodios de riesgo extremo sin estar asociados a la llegada de vientos procedentes de África han sido nulos en la capital desde que hay mediciones, pero cuando se produce ese fenómeno, que se caracteriza por una oleada de polvo procedente del desierto, los niveles de partículas PM-10 en la atmósfera burgalesa hacen saltar los avisos por alta contaminación. 

Algunas ciudades, como León, han optado por cerrar el centro solo a los coches que no sean ecológicos o eléctricos, vehículos catalogados como Cero o Eco por la Dirección General de Tráfico (DGT). Pero Burgos por el momento no se plantea esa posibilidad. Al prever que el número de jornadas de riesgo alto de contaminación serán muy escasas, Moreno advierte de que cuando se produzcan «la prohibición tendrá que extenderse a todos los vehículos». Habrá excepciones, por supuesto. Para empezar, todos los vehículos de emergencias podrán pasar al 'Burgos central', igual que los residentes y los camiones y furgonetas de carga y descarga que tengan que abastecer a los negocios situados en la zona vedada.

Los buses urbanos y los taxis, también podrán acceder. Salvo los de emergencias todos los demás deberán circular a velocidades mínimas, de no más de 20 kilómetros por hora.