a titular del Juzgado de lo Social número 3 de Burgos desestima la denuncia que María Teresa Gallego, exgerente del Colegio de Abogados de Burgos, interpuso al considerar improcedente su despido después de que elDecanato descubriera una serie de irregularidades financieras el pasado mes de marzo. La magistrada considera probado que Gallego emitió facturas y realizó transferencias en favor de cuentas bancarias en las que figuraba ella o familiares suyos como titulares. Además, también ve acreditado que durante los años en los que estuvo contratada ejerció como defensora a título personal a pesar de que, por contrato, tenía prohibido hacerlo salvo autorización expresa de la junta directiva del órgano colegial.

La sentencia hace un somero repaso de una serie de transferencias y desvíos de fondos propiedad del Colegio de Abogados que la exgerente realizó a cuentas bancarias en la que figuraban como titulares tanto ella como su madre, su hermano y su sobrina. Las más cuantiosas fueron de unos 110.000 euros a una sociedad llamada Camino Mirabueno. Además, hace mención a un desfalco de 21.788 euros, una cantidad que, tal y como explicó durante la vista oral el defensor del órgano de representación de los letrados, estaba previsto destinar a entidades sociales con cargo al 0,7% del presupuesto.

En primer lugar, la magistrada no estima que todos los hechos que motivaron el despido estuvieran prescritos, como alegó la defensa de Teresa Gallego. A este respecto, considera que las conductas «se realizaron de forma continuada y sin conocimiento del Colegio de Abogados», ya que no consta que la auditoría encargada de examinar las cuentas «hubiera tenido conocimiento» hasta la fecha del despido, en marzo de 2019.

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