La falta de trabajo, consecuencia de una larga crisis económica, es el problema más importante que tiene actualmente Burgos para dos de cada tres ciudadanos. El 66,4% de los encuestados lo señaló como el número 1 en el ránking de sus preocupaciones, con gran diferencia respecto al resto.

En segundo lugar aparecen las infraestructuras/comunicaciones/transportes, que concita el 23,6% de las respuestas, y en tercer lugar el funcionamiento de la sanidad, con un 22%.

Pese al reguero de casos que salpica desde hace meses la actualidad nacional, la corrupción es la cuarta preocupación más señalada por los burgaleses (la elige un 18,7 por ciento), seguidas por este orden de la mala gestión, la falta de industria o apoyo a la empresa, los políticos, la falta de apoyo a los jóvenes/envejecimiento, la falta de inversión, la educación o los impuestos.

Tres problemas de tipo social ocupan los últimos lugares: son los propios servicios sociales y sus recortes, la atención a los mayores y la inmigración. Esta última es una preocupación únicamente para el 1% de los encuestados.

Profundizando en el análisis de los problemas en función de las características de sus votantes se observa que las tres primeras suelen repetirse en todas las franjas de edad, sexos y preferencias políticas, aunque hay matices.

Por ejemplo, para los hombres la corrupción es la segunda de sus preocupaciones mientras que para las mujeres es la sexta. Es también un problema importante para los de edad comprendida entre los 45 y los 64 años, así como para los votantes de UPyD, que lo señalan en el 36,2% de los casos.

La mala gestión aparece en el tercer lugar de la lista para los jóvenes de 18 a 29 años, así como para los partidarios del PSOE e Izquierda Unida. Entre estos últimos votantes es donde se recoge una mayor preocupación por el paro (llega a ser el principal problema para el 81%) mientras que en el caso de los socialistas el porcentaje se reduce al 58,2.

Las infraestructuras preocupan más a quienes tienen entre 30 y 44 años y a los votantes de Unión, Progreso y Democracia, mientras la sanidad le quita el sueño a las mujeres, a los de mediana edad y a los votantes que en 2011 optaron por Izquierda Unida.