Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


La unión hace la fuerza

06/12/2021

Inés Arrimadas, que siempre fue reticente a cualquier tipo de acuerdo de listas compartidas con el PP aunque aceptó excepciones, ahora se ha mostrado partidaria de intentarlo en Andalucía, donde se celebrarán elecciones autonómicas más pronto que tarde.

El cambio de planteamiento de Arrimadas tiene mucho que ver, todo, con la situación que atraviesa Ciudadanos, imposible desde que la torpeza de presentar una moción de censura en Murcia con el PSOE provocó que Ayuso convocara elecciones en Madrid y pasó lo que pasó: subida imparable de Ayuso mientras Ciudadanos bajaba a los infiernos. Pero la propuesta de Arrimadas seguro que no está provocado solo por el declive de Ciudadanos, sino también porque algo hay que hacer para tratar de impedir que se prolongue en España el gobierno de Sánchez coaligado y asociado con la izquierda populista, la plataforma de Yolanda Díaz, los independentistas catalanes, Bildu y cualquier otra formación de extrema izquierda que se ponga a tiro. Más la ayuda de un PNV, un partido conservador que se tapa la nariz al apoyar a la extrema izquierda, y lo justifica con las prebendas que recibe a cambio.

La presidenta de Ciudadanos lo tiene claro, pero el PP no tanto, porque no quiere compartir listas, sino absorber a Ciudadanos. Siguen creyendo que los votos que tuvo Cs en sus mejores tiempos irán directos al PP en las siguientes citas electorales, sin darse cuenta de que los votantes de Ciudadanos son de centro derecha, liberales, y que un número destacado de ellos preferirá la abstención antes que votar a un partido que en los últimos tiempos da muestras de tanta intolerancia y autoritarismo.

No es mala idea la de Inés Arrimadas, y lo menos que puede hacer la dirección del PP es analizarla con perspectiva inteligente. ¿Supone regalar escaños a un partido que en solitario no los tendría? Sí, pero también esa alianza centraría al PP, le aportaría un buen número de candidatos solventes – siempre que Egea no se empeñe en elaborar las listas como hizo en las últimas elecciones, con tanto desecho de tienta- y atraería a votantes que jamás votarían al PP, jamás, pero sí a Ciudadanos aunque no se encuentre en su mejor momento.

La unión hace la fuerza, y ese tipo de acuerdo electoral reforzaría a sus integrantes, a los partidos que sumen sus siglas. No tendría que ser nacional, mejor incluso que no lo fuera y se reservase para las regiones donde hay posibilidades de éxito, porque solo así tendría utilidad electoral y consecuencias políticas, económicas y sociales. No se debe descartar porque sí, cualquier iniciativa que ayude a impedir la continuidad del peor gobierno que ha tenido España, al menos merece ser analizada con un mínimo de rigor.

Para eso se necesita que en la calle Génova haya alguien que analice en profundidad ese tipo de operaciones, más allá de filias y fobias. Se lo deben a los españoles.