«La política se hace estando en el barrio»

C. SORIANO
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Los barrios a examen (VII) | Desde la Asociación de Vecinos de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas defienden un movimiento vecinal reivindicativo y necesario con el que poder sacar el barrio adelante

«La política se hace estando en el barrio» - Foto: Alberto Rodrigo

Javier Albo y Paco Pérez  son grandes defensores del movimiento vecinal, que describen como muy reivindicativo. Hace más de 30 años que empezaron y,  a día de hoy, aún siguen  reivindicando desde la Asociación de Vecinos de San Pedro de la Fuente - Fuentecillas unas mejores condiciones para el barrio. Como ejemplo de la fuerza que ejercen como agrupación, relatan cómo fue la construcción de la plaza Enrique III que, en realidad, se llama plaza San Pedro de la Fuente: «Aquí iban a construir unas viviendas. Pero, con un Ayuntamiento que nos escuchaba, conseguimos cambiarlo», explica Paco. Hicieron la petición de reubicar el proyecto a una zona cercana para, a cambio, poder construir lo que convirtió en la «primera plaza que el barrio tenía para que los vecinos se reunieran».

Es el contacto directo que mantienen con diversos concejales lo que les permite obtener una respuesta inmediata a los problemas que van surgiendo en el barrio. «Les llamamos, bajan y nos escuchan», afirman ambos, y así hicieron para conseguir que adecentaran de la plaza del barrio. Pero esa es una suerte que no corren otros vecindarios. «Esta es la mejor vía, porque la política se hace estando en el barrio». Aun así, aclaran, vivieron 16 años en los que «no se hizo nada». Han ido consiguiendo sacar adelante bastantes propuestas, añade Javier, pero hay muchas otras que tardarán más tiempo. «Hay que empezar a hacer cosas de una en una y caminar escaladamente».

El «peor mal» que tiene San Pedro de la Fuente ahora, explican tanto Javier como Paco, es la situación del centro de salud losCubos.Han vuelto a la misma situación que tuvieron en 2019, cuando tres médicas renunciaron a sus puestos de trabajo porque no podían más. Y es que, en teoría, tiene que haber 9 médicos en consulta pero, por el momento, tan solo hay cuatro, por lo que el centro está desbordado, tanto para los vecinos como para los trabajadores. En su momento, la situación llegó a convocar manifestantes de varias zonas de la ciudad.

Tienen la problemática, además, de que en la zona no cuentan con ningún instituto. A raíz de eso, se reunieron varios miembros de la asociación para poder encontrar una salida, y acabaron proponiendo al distrito adquirir una parcela del Ayuntamiento para construirlo. El obstáculo: que nadie sabe cuáles son los terrenos del Consistorio, ni siquiera la propia Administración. «Nosotros vamos a seguir insistiendo», defienden ambos. 

La última de las preocupaciones de San Pedro de la Fuente es que los vecinos encuentran que el parque de la Isla está de capa caída: «El problema es el riego». Las bombas de agua no tienen la fuerza suficiente como para llegar a toda la vegetación y, además, cuando remodelaron los jardines, colocaron en el suelo un material que «cuando llueve, es una esponja: no deja pasar ni gota», explica Paco. La situación, al final, acaba provocando que  los árboles estén muriendo.

Por otro lado, la preocupación en Fuentecillas es que hay una serie de parcelas abandonadas que desde la Asociación de Vecinos piden que se obligue a los propietarios a limpiarlo o, por lo menos, vallarlo. «El Ayuntamiento cumple la función de segar en la ‘zona de los ochos’ (calle Oscar Romero), pero lo hace porque quiere. Esos terrenos todavía no están recepcionados». Es decir, el paseo no pertenece al Consistorio en su totalidad, sino que es tarea de la junta mantener el espacio, cosa que explica que haya partes bien cuidadas junto a parcelas olvidadas. «Debería ser la junta de compensación quien termine la zona, ya que no hay bancos, ni infraestructuras, ni  árboles», reclaman desde la asociación. Y es que, ahora, la parte más nueva de Fuentecillas es un desierto: «Está desangelada, no hay ni un establecimiento y no se ve a nadie». En uno de los terrenos hay un parque infantil que, en verano y sin una sola sombra, ninguna familia se atreve a pisar. Añaden, también, que cerca de ese mismo sitio, donde la glorieta José María Santamaría Ausín hacia Avenida de la Independencia, no hay acera:«Esto tendría que estar asfaltado pero no se terminó», se queja Paco.

En el barrio, por último, han llegado a tener varios altercados. «No te puedes imaginar la cantidad de sinvergüenzas que hay por las noches», cuentan. Grupos de jóvenes han llegado a arrancar farolas de las calles, a tirar árboles y pegar patadas a los retrovisores de los choches aparcados. «En el Monte Sano, arriba del todo, dejan todas las botellas de cuando hacen botellón». Sin embargo, es una situación que se vive en el barrio y en todas partes, se lamentan.

La sensación de pertenencia al barrio, terminan, siempre ha sido alta, ya que la principal característica que le atribuyen a San Pedro de la Fuente y Fuentecillas es la hegemonía. Sin embargo, como sucede en muchas otras zonas de Burgos, desde la asociación hacen un llamamiento a una mayor participación de los vecinos. «El movimiento vecinal es algo que molesta, pero es necesario», defienden. «Si vas con afán de llegar a acuerdos con todos, incluso con los que piensan contrario a ti, las cosas salen adelante».