Más de 350 personas acudieron a la concentración convocada por diferentes colectivos políticos, sociales y sindicales de la ciudad para mostrar su repulsa a los ataques perpetrados en los últimos meses por simpatizantes de la ultraderecha. El concejal de IU, Guillermo Ubieto, ha sido el que más los ha sufrido ya que ha recibido amenazas de muerte, un encapuchado se coló en su vivienda y le han roto los cristales del coche. Sin embargo, en el comunicado se quiso dejar claro que el acto no era por una persona «sino porque se están atacando las bases de la convivencia, poniendo en peligro los principios democráticos más básicos y la libertad. Frente al fascismo no cabe la equidistancia sino el rechazo social contundente». 

En este sentido se recordaron otros ataques previos como las pintadas en monumentos de Memoria Histórica, así como las amenazas  que han recibido integrantes del colectivo LGTBI o inmigrantes, todos ellos ocurridos desde las últimas elecciones en las que Vox obtuvo un notable respaldo en las urnas. «Si lo hacen con un cargo público, ¿cuantas personas anónimas estarán hoy sufriendo muestras de rechazo o intimidación fruto del clima de crispación alimentado por esta ultraderecha?». 

A pesar del amplio espectro de colectivos de izquierda que convocaba, el PSOE se desmarcó del acto a última hora. «A nivel local lleva haciendo la táctica del avestruz mucho tiempo porque no quiere posicionarse y porque no se siente cómodo en los debates de la verdadera izquierda», aseguró Ubieto en una rueda de prensa previa en la que estuvo respaldado por cargos nacionales de su partido.