Miranda aplaza la mayoría de las comuniones para octubre

Ó.C.
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El Buen Pastor y San Nicolás suman el grueso de las ceremonias. Las iglesias más pequeñas arrancarán primero, en la segunda quincena de septiembre

El Buen Pastor es la iglesia donde más menores participarán en estos actos aplazados por el coronavirus. - Foto: R.L.

El estado de alarma tuvo un impacto directo en muchas celebraciones. La imposibilidad de juntar en un mismo punto a familiares y amigos provocó una ola de cancelaciones, simplemente porque esas reuniones estaban prohibidas. Las consecuencias fueron muchas y una de ellas fue el aplazamiento de las comuniones, no una cancelación, porque la intención siempre ha sido la de completar estas ceremonias. En Miranda las parroquias han hablado entre ellas y cada una con los padres y el grueso de las ceremonias se trasladarán a octubre. 

Así lo explican en la iglesia de San Nicolás de Bari y en el Buen Pastor. Entre ambas juntan «entre el 80 o el 90% de las comuniones», aclara el párroco de San Nicolás, Marcelo Gómez, que agrega que este año serán 56 los menores que comulguen por primera vez en este templo. Se harán «los dos primeros fines de semana del mes» y para evitar que no haya limitaciones en la entrada de familiares y amigos, «lo haremos con grupos más pequeños en seis tandas, con dos misas los sábados y una el domingo», apunta Gómez.

En el caso del Buen Pastor, su cura, Jesús Mari Calvo, indica que antes del parón de la covid-19 había más de 70 niños, aunque con los cambios «habrá como diez o doce que no lo harán aquí, sino en sus pueblos donde pasarán el verano». Esto ha provocado una rebaja en el número previsto en esta parroquia que hará las misas los tres últimos sábados de octubre. En su caso, debido a las dimensiones del templo, no se tendrán que realizar ceremonias el domingo, «pero en lugar de hacer una, haremos dos cada uno de las jornadas previstas».

Calvo aclara que debido a que el Buen Pastor y San Nicolás son las que tienen más menores apuntados eran las que se tenían que poner de acuerdo, para no coincidir y evitar problemas. El resto de las iglesias de la ciudad apunta que tienen más libertad, aunque ambos curas afirman que el calendario de comuniones arrancará en el mes de septiembre. 

Solo hay una posibilidad para que se adelante y es la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, donde Calvo también es el cura. «Es pequeña y solo tenemos ocho niños por lo que he hablado con los padres para hacerla en el mes de julio», revela el párroco, que está pendiente de la decisión de las familias, pero si no se hace el próximo mes será en septiembre.

Otro de los efectos del coronavirus fue la imposibilidad de hacer funerales. En los peores momentos del estado de alarma solo podían acudir tres familiares. Por eso en San Nicolás desde la semana pasada «estamos haciendo las ceremonias que no pudimos realizar en esas semanas, como una forma de cerrar el duelo», reconoce Gómez, que destaca que este tipo de misas se hacen «para las familias que nos lo piden».