"Llevamos la calidad en las venas, es lo que quiero enseñar"

I.M.L.
-

Los oficios del vino (XXIV) | Si alguien quiere saber el trabajo hay detrás de una cosecha de uva, solo tiene que seguir las redes sociales de este viticultor, Nacho Rincón

Además de con los aperos necesarios para las labores del campo, Nacho Rincón nunca va a la viña sin Dronnaldo, el dron con el que capta todo lo que hace. - Foto: N.R.

La plantación familiar empezó a crecer en 1999 con seis hectáreas que plantó su padre y en 2013 Nacho Rincón plantó otras tantas en la zona de Moradillo de Roa. Este viticultor de vocación, que compagina la labor en el campo con su trabajo principal en una empresa, reconoce que el trabajo en las viñas "para hacerlo en condiciones y bien" lleva su tiempo. Él encuentra complicado poder llegar a todo "en la época de verano que es cuando más trabajo hay en las viñas" y por eso cuenta con dos trabajadores. "Los últimos ocho años, en los tres meses de verano contrato a las dos mismas personas y está genial porque trabajan como si las trabajase yo, porque las formé yo y es como si fuéramos otras dos personas más en la familia", explica, dedicándose ellos a la planta y Rincón al tratamiento con el tractor.

Con el mimo con trata las cepas cada campaña llega a cosechar unos 70.000 kilos, que vende a las tres mismos bodegas desde hace años. "Yo tenía claro que, teniendo otro trabajo, tenía que ir a la calidad extrema, a hacer un cultivo de calidad, porque tener poco lo que te permite es poder llevarlo muy bien", explica este viticultor.

De los cerca de 8.000 viticultores que hay registrados en la DO Ribera del Duero, Nacho Rincón tiene una particularidad y es que comparte todo lo que hace en su viñedo a través de sus redes sociales, lo que le está facilitando una visibilidad mucho mayor de la que se esperaba él mismo al iniciar este proyecto. Se le ha podido ver ya en sus vídeos explicando todo tipo de tratamientos en las cepas, a pie o en tractor, y ha compartido fotos y vídeos aéreos espectaculares del páramos y de sus viñedos, gracias a su inseparable dron, al que ha bautizado Dronnaldo. Pero no ha obviado los momentos más duros y se le ha visto llorando ante la cámara tras la tormenta con pedrisco que afectó fatalmente a parte de su plantación.

"La viticultura la conozco desde pequeño y quería dar a conocer el trabajo del pequeño agricultor, porque la gente cree que Ribera del Duero son grandes bodegas con sus viñedos, pero somos muchos pequeños viticultores los que estamos detrás", se planteó como primer objetivo. Para ello, tanto en su perfil de Youtube (Viticultura en Ribera del Duero) como en Instagram (@nachoviticultura) y Twitter (@NViticultura), iba a hacer el seguimiento del ciclo durante todo un año. "Quería hacer un contenido de calidad, no coger un móvil y subir dos fotos, así que empecé a hacer pruebas con un dron primero, luego con otro, hasta que di con el tercero, con Dronnaldo, para grabar vídeos y enseñar las parcelas", especifica.

La repercusión que está consiguiendo es más de la que esperaba. "He visto que en Ribera del Duero muy poca gente hace lo que hago yo y está contactando mucho conmigo gente interesada en aprender e intercambiar experiencia, que es la gente que me interesa, la que te puede enriquecer, no solo la que viene a mirar", asegura Rincón, lamentando que los viticultores tengan una mínima visibilidad en comparación con la que tienen las bodegas. "Es fundamental que la gente vea cómo trabajamos y que sepa que somos top, porque se quedan flipados cuando lo saben porque ven que llevamos la calidad en las venas", recalca para darle la importancia que considera que tiene el campo.