Las 'electrolineras' se extienden y pasan de la cincuentena

H.J.
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Los puntos de recarga de vehículos eléctricos han crecido un 70% a lo largo de los últimos tres años. Cada vez son más frecuentes en supermercados, establecimientos hoteleros y áreas de servicio

Los concesionarios de venta de vehículos se están convirtiendo también en puntos habituales de recarga - Foto: Jesús J. Matías

El coche eléctrico ya no es algo exótico y futurista. Hace tiempo que son relativamente frecuentes entre nosotros. No tanto aún los eléctricos puros, cuyo momento llegará, pero sí los híbridos y los enchufables que han dejado de ser una rareza para convivir como uno más entre el parque móvil, y con ellos las instalaciones necesarias para su funcionamiento.

Los cargadores de vehículos eléctricos han proliferado con fuerza a lo largo de los tres últimos años en la provincia de Burgos. Si en el año 2018 se calculaban en torno a una treintena, en 2014 pasaron a rozar los cuarenta y en la actualidad ascienden a 57 en el conjunto del territorio burgalés, lo que supone un crecimiento del 70% en un trienio.

Son datos del portal Electromaps, una web especializada que se nutre de las aportaciones de los usuarios y que gracias a ellas mantiene actualizada la información sobre las estaciones de recarga que funcionan, las que están previstas próximamente y las que por algún motivo no dan servicio.

Según estas mismas fuentes, Burgos capital acapara 25 puntos de recarga repartidos entre supermercados, concesionarios de vehículos, aparcamientos, hoteles o estaciones de servicio. Algunos de ellos son solo para clientes, pero otros están abiertos a que cualquiera pueda enchufar su vehículo.

Le sigue, en segunda posición de la provincia, Miranda de Ebro con 6 puntos de carga en el interior del casco urbano y localidades aledañas. Hay cuatro en Aranda de Duero y proximidades (Fuentespina), dos en Roa, otro dos en Lerma y en Cogollos, y en el resto de emplazamientos hay una única estación aunque cada una puede tener enchufes para varios coches.

El crecimiento en el número de cargadores no se corresponde, en proporción, con el del parque móvil eléctrico en la provincia, aunque este último también va ascendiendo poco a poco. A falta de una actualización de la estadística, a mediados del año 2019 estaban matriculados en la provincia de Burgos alrededor de 200 coches eléctricos. Incluso suponiendo que el dato haya crecido de forma notable en el último ejercicio, todavía tocarían a un número paupérrimo de clientes por cada cargador.

Camino del Cantábrico. Es evidente que la provincia está sobredotada en relación al tamaño de su parque móvil y esto sucede por la situación estratégica de su red viaria provincial. Muchos de los cargadores están emplazados en el eje norte sur que enlaza Madrid con el País Vasco y Cantabria, principalmente a lo largo de la A-1, pero también en la N-1 y AP-1.

Precisamente pensando en esos conductores de viaje hacia Euskadi o Santander fue por lo que hace cinco años el restaurante Casa Paca decidió poner un cargador en su establecimiento de Sarracín.

"Cuando lo colocamos creo que había tres en todo Burgos", cuenta Mateo, copropietario del restaurante, "y lo planteamos para nuestros clientes que paran a comer aquí de camino porque es una forma de estar al día y de ofrecer un servicio". Gentileza de la casa, unas placas solares alimentan el cable al que el cliente se puede enchufar mientras disfruta de la parada y de paso se ahorra entre 1,5 y 3 euros, dependiendo del tipo de carga.

Unos kilómetros más al norte, KIA acaba de poner una especie de ‘electrolinera’ de la mano de Repsol, que está abierta a cualquier vehículo. Julián Alonso, responsable del GJ Automotive, está convencido del potencial de los coches eléctricos "porque quien lo prueba ya no vuelve a un motor de combustión". Explica además que en la actualidad ya existen muchas más facilidades para que la compra de un eléctrico no suponga un problema de carga, ni siquiera en las viviendas colectivas, puesto que para la colocación de un enchufe y un contador individual en la plaza de garaje ya no es necesario contar con la aprobación de la comunidad. Bastaría con informar y proceder a la instalación para que el consumo recaiga sobre el usuario de la plaza concreta .

Además, el propio Julián Alonso aventura que en los próximos años el parque de cargadores públicos (sean gratuitos o de pago) seguirá creciendo exponencialmente. Iberdrola, por ejemplo, ya anunció en diciembre la puesta en marcha próximamente de cargadores en 12 localidades de la provincia. Son Pancorbo, Belorado, Lerma, Espinosa de los Monteros, Salas de los Infantes, Covarrubias, Villarcayo, Valle de Mena, Melgar de Fernamental, Oña y Trespaderne.

En algunos de estos casos ya se ha completado incluso la obra civil y solo están a falta de las autorizaciones necesarias para ponerlos en marcha, algo que se puede consultar de forma actualizada en la app ‘Recarga Pública Iberdrola’, que no solo recoge sus propios cargadores sino muchos más en el conjunto del territorio nacional y que ha surgido como alternativa a otras plataformas.