Ratifican la pena por quemar el bar del cámping de Quintanar

P.C.P.
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La Audiencia Provincia de Burgos confirma la condena de un año y nueve meses de prisión para el vecino que causó graves daños en el establecimiento la madrugada del 25 de abril de 2015

Destrozos en el establecimiento causados en abril de 2015. - Foto: Azúa

La Audiencia Provincial de Burgos ha confirmado al condena de 1 año y 9 meses de prisión para Francisco Javier V.A. como autor del incendio intencionado que la madrugada del 25 de abril de 2015 causó graves daños en el bar-restaurante del cámping de Quintanar de la Sierra. Este vecino de la localidad había amenazado en varias ocasiones a su exmujer, empleada del establecimiento, con dejarla sin trabajo.

La Sección Primera valora todos los indicios que motivaron la condena inicial del Juzgado de lo Penal número 3 de Burgos y llega «a la misma conclusión que la recogida en la sentencia recurrida, en cuanto a que el acusado es autor» del delito de daños. Remarca que no existe «el más mínimo indicio, ni siquiera sospecha sobre la autoría de terceras personas», en contra de lo apuntado por la defensa, que insinuó que la concesionaria del negocio podía haber tenido intereses económicos en el fuego, ya que les permitió tener «reformado y renovado todo el local sin que les modificaran las condiciones de la concesión» y «sin perder negocio apenas», hipótesis que carece de base, según los magistrados. El condenado tendrá que indemnizar a la hostelera por  los perjuicios causados en el continente del bar.

El principal indicio contra Francisco Javier V.A. fue el hallazgo de unos guantes de trabajo amarillos con su ADN en el lugar del incendio. Para explicar cómo llegaron allí incurrió en varias contradicciones a lo largo de la investigación y durante el juicio, sin negar que fueran suyos. En cualquier caso, la sentencia concluye que «fueron dejados en el lugar en el momento de producirse el incendio» y que «estuvieron en contacto con el acusado, lo que, a su vez, permite afirmar que esa noche fueron utilizados por el mismo», recalca.

Finalmente, todos los testigos de descargo que aseguraron haberle visto aquella noche ofrecen en sus declaraciones franjas horarias inconcretas que no permiten descartar que pudiera estar en el bar del cámping a la hora que debió comenzar el incendio. Según los peritos, el uso de teas hizo que se propagase de una manera más lenta que con gasolina o productos inflamables.