Seguridad bajo control

F.L.D.
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DB pasa una mañana con un equipo de la Usecic de la Guardia Civil, la unidad 'todoterreno' que vela por el orden público de la provincia

Un agente de la Usecic inspecciona el maletero de un conductor durante un control. - Foto: Patricia González

Muchas de las investigaciones policiales contra el narcotráfico o contra las bandas que se dedican a robar en casas y negocios tienen su origen en un control rutinario. Un operativo de apenas media hora en el que los agentes inspeccionan, casi por instinto, aquellos vehículos que han servido para cometer un delito. Esta es una de las muchas tareas que asumen los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de Comandancia de la Guardia Civil (Usecic). Un grupo especializado creado a principios de la década pasada con el fin de que se convirtiera en un apoyo para el resto de equipos. Durante este tiempo se ha erigido como una pieza indispensable de la Benemérita y, especialmente, ha mostrado su utilidad durante la pandemia. 

En el párking del restaurante Landilla, en el corazón de la A-1, el brigada Luis repasa los últimos flecos de la intervención que están a punto de llevar a cabo en la rotonda de acceso a Sarracín. Les cuesta poco más de dos minutos disponer un control por el que pasan en menos de media hora un centenar de vehículos. Los agentes son selectivos, pero a la vez certeros. A uno de los guardias civiles le llama la atención un BMW violeta con algunas modificaciones. Sus dos ocupantes no pueden ocultar su inquietud al enseñar su documentación. La tablet en la que introducen sus datos da la respuesta a ese nerviosismo: tienen antecedentes por posesión de estupefacientes. 

Esta vez, sin embargo, están limpios. Los efectivos de la Benemérita peinan cada centímetro del habitáculo sin que encuentren nada sospechoso. «Conviene estar siempre alerta. Al fin y al cabo, estos controles también son preventivos», explica el brigada tras entregar los carnés de identidad a sus dueños para que puedan continuar su viaje. No será la primera vez, aclara, que ‘cazan’ a unos traficantes con droga escondida en el coche. Es más, asegura que rara es la semana que no encuentran nada en estos controles que realizan varias veces cada jornada. 

«El perfil del vehículo da muchas pistas, al igual que la actitud de los conductores. Si se muestran esquivos es que algo ocultan. Desde luego, nuestra experiencia cuenta también mucho a la hora de detectar estos comportamientos», destaca Luis antes de puntualizar que la rapidez de los controles es fundamental para evitar que se pierda el factor sorpresa. Porque las redes sociales se han convertido también en un aliado de los malos. «Los grupos de Telegram o aplicaciones específicas avisan a los conductores de dónde nos encontramos. Por eso tienen que ser operativos cortos y precisos», concluye. 

Recién comienza el mes de agosto y la vigilancia de la Ucesic cobra más relevancia, si cabe. Porque los pueblos despiertan del letargo invernal y se llenan de familias y veraneantes. Eso implica, también, un cambio de tendencia delincuencial. «Se producen robos al descuido en áreas de servicio, hay fiestas populares que generan masificaciones. Todo eso hay que controlarlo, más ahora con la pandemia», interviene la guardia civil Laura. Porque los festejos patronales parecen condenados a aplazarse un año más, pero eso no es razón para que deban bajar la guardia. «Nos ponemos a las entradas de los municipios, no solo para evitar esas aglomeraciones, sino también para evitar que se introduzcan armas o sustancias», añade. Su intervención también es clave en uno de los eventos más importantes del verano, la Vuelta a Burgos. 

Pero al margen de esas labores más visibles por la sociedad, esta unidad asume un amplio catálogo de funciones que convierte a sus agentes en auténticos ‘todoterrenos’. Siguiendo con todo lo que trae consigo la época estival, cabe resaltar su implicación en la vigilancia de las áreas de descanso de las carreteras, donde las bandas de cacos suelen hacer ‘negocio’. Su ayuda es clave no solo para prevenir que se lleven a cabo estos hurtos, sino también a detener a los autores. Gracias a que en los últimos años se ha estrechado el cerco hacia estos grupos itinerantes, los delitos han bajado considerablemente. 

«Cada provincia tiene sus peculiaridades y está claro que Burgos, aunque es un territorio bastante seguro, es un cruce de caminos por el que pasan miles de personas extranjeras a diario, sobre todo en verano. Es por eso que se convierte en un lugar atractivo para estas redes criminales que, salvo contadas excepciones, no se asientan aquí», expone el brigada Luis. 

La Usecic también juega un papel fundamental en las entradas y registros en domicilios. No en vano, es el primer equipo de intervención en caso de que se produzca un atentado terrorista o una catástrofe natural siempre que se produzca en un entorno rural. También encabezan la búsqueda de personas desaparecidas. Los agentes de esta unidad fueron claves, por ejemplo, en el operativo de localización de un hombre de 53 años que secuestró el mes pasado a su pareja en la localidad ribereña de San Martín de Rubiales. «Prestamos apoyo siempre que nos necesitan en Policía Judicial o en el Subsector de Tráfico», puntualiza Luis.

Si ha habido un momento en el que este grupo de la Guardia Civil ha cobrado especial relevancia ha sido durante los peores meses de la pandemia. Están preparados para la defensa biológica, nuclear, radiológica, biológica y química, la llamada NRBQ. Es por eso que su respuesta en los confinamientos perimetrales del primer estado de alarma fue tan inmediata. «Trabajamos mucho esos meses en labores de seguridad ciudadana y de vigilancia a las afueras de los domicilios», completa el cabo primero Iván. Hay que recordar, no obstante, que en una situación tan extraordinaria fue necesaria la implicación del resto de unidades de la Comandancia para estas labores de control. 

Y mientras la sociedad se adapta a esa nueva normalidad, la Usecic lo hace a los nuevos modos de delincuencia que amenazan la seguridad de una provincia tan singular. Tampoco le quitan el ojo a los traficantes, a los ladrones y a infractores que cada día pasan por Burgos. Y son los dispositivos de control los que más ayudan a mantener a raya a los malhechores.