Cae un 25% la matrícula en las guarderías de las Merindades

A.C.
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En Villarcayo, donde en octubre se cerró una de las dos existentes, las peticiones de ayuda municipal para este servicio han caído de 16 a 3 este curso y en el Valle de Mena, de 25 a 18

Las guarderías sufren una caída del 25% de matrícula

El mapa comarcal de las guarderías es muy diverso, dado que se cuentan desde privadas hasta públicas pasando por las que están apoyadas por fondos municipales, aunque con gestión privada. Pero todas sufren este curso un problema común, una caída de la matrícula generalizada de, al menos, un 25% o incluso del 50% en algunos casos, motivada por el miedo a los contagios en gran medida, aunque también a la pérdida del empleo de los progenitores o su situación de ERTE o teletrabajo, que les permite cuidar en casa de sus pequeños.

La peor parte de la crisis se la ha llevado Villarcayo, donde coexistían dos guarderías privadas y una, ‘Mis amiguitos’, cerró en octubre. Su propietaria, Cristina Ortiz reabrió en junio tras el confinamiento, pero solo resistió hasta octubre, al pasar de 13 niños de 0 a 3 años más 4 de madrugadores a los que acompañaban al colegio, a solo 2 de 0 a 3 años y 5 madrugadores. "Cada vez hay menos niños, pero la pérdida del trabajo o el cierre de la hostelería" han sido determinantes, según Ortiz, que siempre trabajó "muy bien". En febrero le iban a llegar tres niños y había sopesado reabrir, pero un problema personal se lo impide y valora traspasar su negocio cuando la crisis remonte.

La otra guardería privada de Villarcayo, ‘Liliput’, ha visto crecer su matrícula de los 7 niños del pasado curso a 12, pero su propietaria, Pilar Robles, lamenta que "Villarcayo lleva ya varios años acuciado por la crisis económica". El Ayuntamiento de Villarcayo ha notado que algo sucede, porque el número de solicitudes de ayuda presentadas en enero por las familias para costear parte de la cuota de la guardería han caído de 16 a solo 3. El alcalde, Adrián Serna, avanza que estos datos se analizarán, dado que este año se elevaron tanto los niveles de renta para facilitar el acceso a las becas como la ayuda máxima, de 42 a 130 euros mensuales.

En Mena, la caída de la matrícula también se ha hecho notar tanto en la guardería de Villasana de Mena como en las solicitudes de ayudas municipales, que han caído de 25 a 18 este curso entre los niños de 0 a 3 años. La responsable de la guardería ‘Arco iris’ recuerda que en septiembre comenzaron el curso 8 niños cuando lo habitual eran 15 ó 16. La media de usuarios venía siendo de 25 y, en la actualidad, cuentan con 18 pequeños, a los que hay que sumar en ambos casos los usuarios de Madrugadores. Nerea señala que "este año, por los datos de natalidad, podríamos haber superado los 25", pero "el miedo a la covid 19, los ertes y el teletrabajo" lo han evitado. Pese a ello, la confianza va ganando terreno y se esperan nuevas incorporaciones. El Consistorio ha reducido a la mitad el alquiler del local y sufraga los gastos de mantenimiento.

el trabajo manda. En Medina de Pomar, en la guardería municipal La Casita, con gestión privada, Teresa afirma que "el 99% de los padres trabajan" cuando antes podía haber familias que buscaban un respiro o que los niños se relacionasen. En junio no llegaban a 20 niños cuando reabrieron frente a los 41 con que cerraron. Ahora suman 30. El Consistorio cede el local y paga los gastos de mantenimiento. "Con alquiler y gastos estaríamos cerradas", admite. En el lado opuesto, sin ayuda alguna, sale adelante la guardería privada ‘Los pequeñines’, de Medina. Pilar López trabaja 12 horas para sacarla adelante con otra empleada. Cuenta con 15 niños frente a los 20 de antes y ve como los peques van a y vienen en función de la situación laboral de sus padres, pero "crece la confianza".

En Espinosa de los Monteros, la guardería ‘Urricame’, sostenida al cien por cien con fondos municipales, mantiene a sus dos empleadas, a pesar de que la caída de la natalidad y la pandemia han dejado el centro con 6 niños frente a la media de 14.